Opinión

Los puntos en común del derrumbe de Marcelo Tinelli y Jorge Rial: ¿caída sin retorno?

Más allá del agotamiento de fórmulas que acusan un evidente desgaste, hay motivos sustanciales que explican el masivo apagón a dos íconos que se desconectaron del sentir de su público.

Laureano Manson
Laureano Manson jueves, 3 de junio de 2021 · 11:36 hs
Los puntos en común del derrumbe de Marcelo Tinelli y Jorge Rial: ¿caída sin retorno?
Jorge Rial y Marcelo Tinelli

La renuncia de Jorge Rial a TV Nostra (América) y la debacle de Marcelo Tinelli en el rating con ShowMatch (El Trece), son dos signos elocuentes de que en tiempos de pandemia ya nada es lo que era, ni siquiera en la televisión. Que dos de los conductores más populares de la televisión argentina estén recibiendo tamaño revés por parte del público, no es azaroso ni reduccionista. Hay algo más detrás del agotamiento de la audiencia frente a fórmulas que acusan un evidente desgaste. La caída de Tinelli y Rial excede a sus propuestas para la pantalla chica, su derrumbe es una cuestión personal entre los televidentes y los astros en cuestión. Una suerte de ajuste de cuentas histórico que se cristaliza en un momento tan sensible como el que estamos atravesando.

Hay un detalle que no se puede pasar por alto en el escenario de altísimo agrietamiento que transita nuestro país: el posicionamiento político de referentes populares. Aquí y en casi todo el mundo, la idea de que estrellas de la TV pregonen su adhesión al oficialismo de turno puede derivar en una situación pantanosa. En el caso de Jorge Rial, el conductor abandonó Intrusos (América) después de veinte años de estar frente al ciclo de chimentos, para zambullirse en un programa de actualidad y política justo en la coyuntura más crítica de la Argentina. Por su parte, Marcelo Tinelli comenzó a distanciarse paulatinamente de la esfera política, para en cuestión de meses saltar de codearse con la cúpula del poder a la pista de La Academia. 

En ambos casos, el público les pasó factura no solo por un asunto de tensión partidaria, sino sobre todo por las incongruencias de los referentes en cuestión. Rial pasó de crucificar a las figuras de la farándula que se vacunaron en el exterior, a inocularse en Miami. Tinelli se mostró el mes pasado con Horacio Rodríguez Larreta en el vacunatorio de San Lorenzo de Almagro, justo un día después de que Alberto Fernández encabezara el quinto encuentro de la Mesa del Hambre, con la llamativa ausencia del líder de ShowMatch, quien fue una de las caras más visibles del proyecto. Además, recientemente Marcelo protagonizó un sonado desliz cuando increpó frente a cámaras al ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, por las críticas del funcionario hacia la concurrida apertura del ciclo que desató polémica en todos los medios. Más allá de que el conductor luego pidió perdón, el hecho de que haya llegado a apretar a un ministro perteneciente al gobierno con el que ha demostrado una particular cercanía, le sumó otro punto en contra en su hoy cuestionada consideración pública.

Obviando las turbulencias ideológicas, lo que más une a Rial y Tinelli en su desplome, es curiosamente su falta de empatía para entender el momento de zozobra que atraviesan los argentinos. Toda estrella popular que no tenga la sensibilidad para captar las penurias de su público, tarde o temprano caerá en desgracia. En un momento de crisis extrema, no basta solo con entretener a la abatida platea, sino que es necesario emplazarse en su sentir. La imagen de la pista de ShowMatch poblada de gente en el momento más crítico de la pandemia en Argentina, o la idea de que el exconductor de Intrusos se transforme en esta coyuntura en un referente de opinión política; evidentemente generaron un fuerte chispazo en una masa de televidentes que respondió con un contundente apagón. El tiempo dirá si se trata de un desliz con retorno, o de la definitiva despedida de dos íconos que marcaron una era.

 

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