Matar a la tía: humor que sana

El humor sana y salva. También el arte. Es el caso de Circular, una comedia negra, donde una historia macabra se vuelve hilarante. El dramaturgo buscó personajes cotidianos, donde todos puedan reconocerse a si mismo y/o a los demás. Dos primos, ávidos de dinero, deseando la herencia de una tía olvidada.

Si a esto le sumamos la intención de acelerar el proceso de muerte de esta tía, lo corriente toma otro tenor. ¿Nos podemos reír de cosas tan tremendas? La risa es, muchas veces, una manera de romper con lo trágico de una situación. ¿A quién lo le pasó tentarse en situaciones donde la risa no tiene espacio? Velorios, entrevistas, consultas médicas, clases.

Y siempre el humor tiene dos caras: la que efectivamente nos hace reír, y la otra, la que nos hace pensar. ¿De qué me estoy riendo? Y, nos estamos riendo de cómo los seres humanos somos tan similares. Nos reímos de nuestras miserias, que cuando están puestas en el otro, nos causan gracia. Por ejemplo, cuando vemos que alguien se cae al piso estrepitosamente en la calle puede dispararnos una risa, luego recapacitamos y seguramente vayamos en su auxilio. Pero ambas cosas conviven.

En Circular se hace patente la miseria humana, se trata de imponer la máxima de que “el fin justifica los medios”, y nos enfrenta con nosotros mismos. La presentación de la idea de un cosmos, donde los diferentes planos de conciencia se ponen en evidencia, muestran que las cosas y los hechos tienen más de una dimensión. El lenguaje porteño de estos primos no hace más que traernos a nuestro imaginario ese pariente que todos tenemos y que preferiríamos no tener. Y quizá nosotros, seamos el espejo para otros parientes, ¿quién lo sabe?

Ficha técnica

• Lugar: El Tinglado, Mario Bravo 948, CABA.
• Cuándo: domingos de noviembre a las 20:15 (día de elecciones hay función).
• Duración: 60 minutos.
• Entradas: Por alternativa teatral en este enlace.