Cómo fue la torta que decepcionó a todos en "El gran premio de la cocina"
El desafío consistió en preparar tortas que replicaran los modelos que presentaron los jurados. En la nota, las imágenes.
Durante la última edición de El gran premio de la cocina, el desafío consistió en preparar tortas que replicaran los modelos que presentaron los jurados. Dos de los participantes entregaron un producto muy diferentes a lo pautado.
La consigna consistía en una torta arcoiris piñata, es decir, una torta con pisos de distintos colores que simulan el fenómeno óptico y con una cobertura llena de golosinas que, al cortarla, debía generar un efecto visual similar a una cascada de dulces. Dana y Matías, tuvieron que afrontar esta prueba en 70 minutos.
Luego de más de una hora de trabajo, los dos participantes llegaron a tiempo a presentarla. La concursante presentó su torta como "las cataratas del Iguazú". A la hora de la verdad, cuando tuvieron que cortar el producto la decepción pobló el estudio. Se escuchó una risa de fondo. "Mamá, ¿esto era nada más?", preguntó el jurado Christian Petersen mientras golpeaba e inclinaba la torta para que cayeran los confites.
Luego vino el momento para la preparación de Damián, que la definió como "las cascadas del Niagara". Las golosinas tampoco cayeron de la torta. "Es un charco más que una catarata", describió indignada Felicitas Pizarro. "Es que es tiempo de sequía", explicó el concursante.
Finalmente, el pastelero Mauricio Asta dio una explicación: "Le pusieron relleno a la capa dos, el relleno agrupó y tomó todos los confites, les pasó a ambos, en ese lugar no tuvo que haber relleno, así quedaban sueltos los confites". Petersen fue duro en su devolución: "Parecen pavadas, pero para hacer esas zonceras hay que tener técnica".