El teatro local no duerme: propuestas para ver online y un protocolo de acción en marcha

Por Pablo Gordon - Especial para MDZ

Es evidente que una de las claras (y tantas) enseñanzas que nos dejará la pandemia es que es imposible vivir sin la cultura. Para muchos hubiera sido imposible transitar estos días de encierro sin la lectura de un libro, una película o serie, o de escuchar buena música. Ahora bien, ¿qué sucede con aquellos que durante todo el año se dedican a entretenernos?

Ya lo dijo alguna vez Enrique Pinti en su obra Salsa Criolla: “Pasan las crisis, pasan las guerras. Quedan los artistas”. Los artistas tienen en su naturaleza la capacidad de reinventarse día a día. Aquél que se queda quieto, se estanca, muere. Por ejemplo, el actor, que gracias a su oficio posee un entrenamiento de constante cambio: sale de un personaje y entra en otro en cuestión de segundos. Es como el camaleón que cambia de piel de acuerdo a las circunstancias.

Debido a esto, es que bajo este contexto, surgieron en nuestra provincia distintas alternativas para acercar teatro al público, y en varias, también, de generar una fuente de ingreso. Los actores independientes están acostumbrados a trabajar desde la autogestión y desde allí, es que surgen estos proyectos: Breves Teatrales, Micromonólogos desde casa y Teatro en la Nube.

Breve Teatrales es una idea impulsada por el actor y director Darío Martínez que surge con el propósito de continuar compartiendo teatro y acercarlo a quienes no han tenido la oportunidad de asistir a una sala teatral anteriormente, además de seguir manteniendo la presencia y la actividad teatral local. Son microdramas pensados para ser visualizados en dispositivos móviles, realizados a cámara fija, en una sola toma (sin edición). Las entregas son cada dos semanas (los sábados) y se pueden ver en las redes de Teatro en Mendoza.

Por su parte, Facundo Pennesi (actor, acróbata y director) impulsó Micromonólogos desde casa. La iniciativa parte de la necesidad de colaborar con el sector teatral mendocino que se encuentra en estado de emergencia. Para muchos las actividades escénicas son la única fuente de trabajo y con respecto a esto, no sólo nos referimos a actores sino a toda la “industria” que hay detrás: escenógrafos, técnicos, vestuaristas, iluminadores, agentes de prensa, productores, entre muchos más. 

Este proyecto cuenta con una entrega semanal (los miércoles) que se puede ver en sus redes sociales, tanto en Instagram como en Facebook. Allí mismo quienes deseen colaborar lo pueden hacer a través de una “gorra virtual”. ¿Qué es esto? Lo mismo que sucede a la salida de cualquier espectáculo a la gorra, uno contribuye con lo que puede aportar. Con respecto a esto Pennesi comentó que la cantidad de espectadores que han contribuido no es proporcional a los que han visto los videos. “Creo que a las personas todavía les cuesta entender el hecho de pagar algo que están acostumbrados a consumir gratis, y cuesta valorar la situación en la que están los artistas y todo el trabajo que hay detrás”, agregó.

Desde su lugar, el productor Francisco Giordano creó la primera sala virtual de teatro en la provincia llamada Teatro en la nube. La misma se pensó como un espacio común para que los artistas independientes locales encuentren un lugar donde expresarse de manera online y generar un ingreso económico. La “entrada” para acceder a alguno de los espectáculos cargados en el sitio tiene un valor de $200 y la misma permite ver la obra seleccionada por 24 horas.

Giordano asegura que la idea no es reemplazar al teatro en vivo, y respecto a esto agrega: “eso sería desconocer o ignorar la liturgia o ceremonia que supone el teatro para los artistas y el público. Una cosa no nace para que otra muera. Creemos que pueden convivir perfectamente como dos canales de llegada a la gente”.

A partir de esto es que fueron muchos los debates que se originaron sobre si el “teatro virtual” es o no es específicamente teatro. Claro está que nada va a poder reemplazar la experiencia de asistir a una sala y vivir ese momento único y repetible junto a los actores: ese aquí y ahora mágico. Ese ritual no existe sin la presencia del otro. Pero así como en la antigua Grecia surgió de esta manera, ¿por qué no podría plantearse bajo este contexto la posibilidad de pensar una nueva forma de hacer teatro?

En marcha

Para que la vuelta a la actividad no los tome por sorpresa y se encuentren preparados para volver al ruedo, los teatreros locales se han autoconvocado para elaborar un modelo de protocolo que sumará al que realice el Gobierno provincial. Está pensado en tres etapas y la primera ya está formulada. Propone permitir el dictado de talleres y clases presenciales tomando las medidas higiénicas necesarias: reducir el cupo de alumnos y aplicar las normas de distanciamiento. 

A su vez, piden la posibilidad de retomar los ensayos, ya que es sabido que una obra de teatro no se prepara de un día para el otro y requiere de un intenso proceso para poder llegar a un buen resultado.

En una segunda instancia de este modelo se piensa en los espectáculos al aire libre manteniendo la distancia recomendada por los especialistas. Y de esta manera, prepararse para la tercera que sería la vuelta a los teatros con público. Con respecto a esta última aún no hay lineamientos muy certeros. 

Agustín Daguerre, actor y director, forma parte del grupo que está avanzando con el modelo y afirma que aún no hay respuestas muy claras respecto a esta última etapa ya que ellos se encuentran trabajando en conjunto con distintos hacedores teatrales de todo el país y de esa manera van viendo qué se va habilitando. El protocolo ya ha sido presentado y por el momento aún no han recibido ningún tipo de respuesta concreta de Gobierno.