Columna

Cinco discos esenciales del rock que cumplen 50 años

Del debut discográfico de Black Sabbath al último adiós de The Beatles, un repaso de lo más destacado que se editó en 1970.

Gonzalo Arroyo
Gonzalo Arroyo miércoles, 5 de febrero de 2020 · 11:33 hs
Cinco discos esenciales del rock que cumplen 50 años

En esta columna hacemos un repaso de aquello discos que el rock aportó a la música cincuenta años atrás en un ejercicio para redescubrir algunos aportes olvidados y revalorizar en tiempo y espacio otros protagonistas de otras (varias) generaciones. Aquí, un reconto de cinco álbumes esenciales del género publicados durante 1970.

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The Beatles / "Let it be"

Aunque los Beatles ya se habían separado en 1969, todavía quedaba un disco por salir a la venta. "Let it be" fue un disco marcado por incomodidades y deserciones. Seguramente no es el mejor disco de la banda, pero si fue clave para entender, y dar paso, a la carrera solista de cada uno de los integrantes.

El año 1970 fue su despedida de las bateas y a la vez el comienzo de la independencia de cada uno de sus miembros. Ese año se lanzaron a la venta 5 discos vinculados a los cuatro grandes de Liverpool: el debut de John Lennon con "Plastic Ono Band", el de Paul McCartney con "McCartney", y el de Ringo Starr con "Sentimental Journey". Por su parte, George Harrison también lanzó disco, "All Things Must Pass", su tercero como solista.


Creedence Clearwater Revival / "Cosmo's factory"

Ante la desaparición de los Beatles, Creedence Clearwater Revival se transforma en una de las bandas más grande del momento.

Lanzaron seis discos en tan solo dos años y medio, siendo "Cosmo's factory", su quinto trabajo de estudio, el que logró mantenerse durante nueve semanas en el puesto 1 de las listas norteamericana. Creedence en estado puro: gloriosa e inconfundible mezcla sureña de swamp boogie y rock and blues avasallador.

Esquivando los excesos psicodélicos de sus colegas de la escena de San Francisco añadieron versiones de canciones popularizadas por Elvis Presley, Roy Orbison y sobre todo Little Richard en "Travelin band".

Capítulo aparte para John Fogerty, la voz más agresiva del rock hasta ese momento, se impone una vez más: escribe, produce y canta, además de tocar la guitarra, el saxo y los teclados.

Este sería su último gran disco. Conciso, puro y blusero.


The Doors / "Morrison Hotel"

Quinto disco de los Doors en tres años. Un trabajo grabado en un momento donde la banda sufría una presión considerable: era muy probable que su cantante y líder, Jim Morrison, terminara preso en cualquier momento ya que estaba acusado por la Justicia norteamericana de obscenidad. Es más, los Doors ya habían grabado varias canciones en vivo para lanzar un disco si Morrison terminaba preso. Pero el sistema legal tardó tanto que les dio el tiempo para grabar el disco.

Un disco muy óolido, inspirado en sus orígenes e influencias como el rhythm and blues.

Black Sabbath / "Paranoid"

Black Sabbath se dio el lujo de lanzar dos discos en el año 1970. Su debut homónimo en febrero y "Paranoid" en septiembre. Este último fue una especial de relectura del blues y del rock and roll que dio el nacimiento a un nuevo género: el heavy metal.

"Paranoid" capta el estado anímico de la juventud occidental por la sangrienta guerra de Vietnam. Un claro ejemplo fue el título de uno de sus clásicos, "War Pigs" (cerdos de la guerra).

Sin lugar a dudas estamos frente a la fuerza y al sonido más oscuro de la década del 70. No solo la voz y las letras de Ozzy Osbourne fueron claves para esta novedad sonora, el aporte del guitarrista Tony Iommi fue fundamental. En su juventud perdió las primeras falanges de los dedos medio y anular en un accidente industrial. Entonces tocaba en Mi bemol, pero afinaba en octava, acentuando el sonido opresivo de las canciones.


The Stooges / "Fun house"

Disco clave para entender lo que años más tarde sería el movimiento punk, género que se convertiría en toda una revolución mundial con la aparición en 1974 de Ramones en Nueva York, y Sex Pistols en 1975 en Londres. 

"Fun house" representaba e interpelaba a toda una generación que estaba padeciendo una resaca colectiva de crisis económicas en el Detroit natal de la banda. Iggy Pop, el frontman de la banda, encarnaba en carne propia la furia, agresividad y los excesos. Estos elementos son claramente los que formaban parte tanto de sus shows en vivo como de las letras de sus canciones. Básicamente, para una gran mayoría de la juventud norteamericana de esa época la vida no valía nada. Algo que luego quedará impregnado en el imaginario colectivo con el lema de los Pistols "No future" (No futuro).

 

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