Cuando el Peugeot 406 se lució en la pantalla grande
El sedán apareció en una de las películas de acción más taquilleras de los ‘90.
"Taxi", dirigida por Gérard Pirès y escrita por Luc Besson en tan solo 30 días, nos sumerge en las desmesuradas y emocionantes aventuras de Daniel, un taxista marsellés con un talento inusual para la conducción y una pasión incontrolable por la velocidad.
Daniel, interpretado por Samy Nacery, es un joven repartidor de pizzas que decide aprovechar su habilidad al volante cambiando de oficio y convirtiéndose en taxista. Su vehículo, un Peugeot 406 aparentemente ordinario, ha sido modificado a fondo para convertirlo en una verdadera máquina de velocidad.
La popularidad de Daniel entre sus clientes crece a medida que logra llevarlos a sus destinos en tiempo récord, esquivando radares y evadiendo a las fuerzas del orden gracias a su destreza en el manejo.
Sin embargo, las cosas se complican cuando Émilien Coutant Kerbalec, un inspector de policía interpretado por Frédéric Diefenthal, se cruza en su camino. Émilien, quien lucha por conseguir su licencia de conducir, toma el taxi de Daniel sin saber que este es un conductor temerario. Durante el trayecto, Daniel muestra su estilo de manejo imprudente, sin imaginar que su pasajero es un policía.
Émilien, enamorado de su compañera Petra y constantemente frustrado por sus errores profesionales, decide acabar con las andanzas de Daniel. No obstante, la historia da un giro inesperado cuando ambos acuerdan unir fuerzas.
Con el talento de Daniel y el rendimiento excepcional del Peugeot 406, colaboran para capturar a una banda de hábiles ladrones. Para Daniel, es la oportunidad perfecta de ayudar a Émilien a triunfar en su carrera y, al mismo tiempo, salvar su propia licencia y mantener su trabajo.
El final de la película, que no revelaremos aquí, se enriquece gracias al trabajo de un equipo de especialistas, entre ellos el famoso Rémy Julienne y expilotos como Jean-Pierre Jabouille, Henri Pescarolo y Jean Ragnotti.
Este dinámico filme no solo capturó al público con su mezcla de humor y acción, sino que también se convirtió en un fenómeno de taquilla. Con una recaudación de más de 200 millones de dólares y 23 millones de espectadores en Francia, la película inspiró una serie de artículos de colección, como el modelo a escala 1/43 del taxi de Daniel, lanzado por Peugeot, y una versión a escala 1/18 producida por Ottomobile.