Contacto en Mendoza: el imponente Jeep Commander

Hace apenas unas semanas, Jeep lanzó a la venta en Argentina su propuesta para el segmento D (mediano) de los SUV. Se trata del Commander, un desarrollo exclusivamente regional que se produce en Brasil y que ya está a disposición en nuestro mercado.

Tiene 7 plazas y viene a pelear entre las camionetas urbanas familiares, segmento que hoy lidera la nacional Toyota SW4. También competirá con el Chevrolet Trailblazer, el Hyundai Santa Fe, el Kia Sorento, el Mitsubishi Outlander, el Peugeot 5008 y el Volkswagen Tiguan AllSpace. Aunque hay que aclarar que las propuestas de Toyota y Chevrolet son vehículos con chasis derivados de pick ups (Hilux y S10).

El Commander tiene tres filas de asientos y fue desarrollado bajo la misma plataforma de los Jeep Compass y Renegade, además de la Fiat Toro, incluso se produce en la misma planta brasileña que los citados modelos.

Hay dos versiones disponibles: Overland y Limited. Ambas vienen equipadas con el motor 2.0 turbodiesel (TD380, el mismo de la Toro y los Compass/Renegade Trailhwak), con 170 cv de potencia y 380 nm de torque, relacionado con caja automática de 9 velocidades y tracción integral.

Para destacar su calidad de terminaciones, sus materiales y el apartado seguridad, muy completo: viene de serie con siete airbags y asistencias a la conducción (ADAS): control de crucero adaptativo, alerta de colisión con frenado autónomo de emergencia y alerta de punto ciego.

Contacto en Mendoza

Pero más allá de las particularidades técnicas, en nuestra provincia ya está a la venta en el concesionario oficial Genco. Hasta ahí fuimos para ver de cerca una versión Overland. Las primeras sensaciones podrían resumirse en una palabra: señorial.

El Commander se encuadra en ese categoría de camioneta urbana 4x4 pero con un planteo más para viaje rutero que para la aventura fuera del asfalto. Y está bien que así sea: está pensado para personas que disfrutan de viajar con las mayores comodidades posibles, la mayor seguridad y una confiabilidad a prueba de casi todo.

La calidad de terminaciones y armado, los materiales premium utilizados en sus interiores, el planteo de un vehículo que trasmita excelentes prestaciones y sensaciones de manejo destacadas, es lo que uno apenas percibe al ponerse tras el volante.

Asimismo, el ADN Jeep está presente, aunque sus vehículos hace tiempo que dejaron de ser esas máquinas pensadas para el castigo duro (excepto, claro, Wrangler y Gladiator), pero hoy por hoy, subirse a un SUV Jeep es sinónimo de viaje, ruta, confort, calidad y seguridad.