Una de las mejores características que tiene la cocina es que a veces permite la posibilidad de preparar platos sumamente exquisitos de forma rápida y sencilla. A continuación, compartimos la receta y todo lo que hay que saber para hacer un delicioso y crujiente arroz frito. ¿Te animarías a hacerlo?

En esta ocasión, optamos por una versión tan sencilla como eficaz. La clave de esto no solo está en los pocos ingredientes que requiere, sino también en el poco tiempo de preparación y cocción que hace falta para elaborarlo.

Por lo demás, existen varias opciones que se pueden aplicar, sobre todo cuando se piensa en las verduras y otros ingredientes que sirvan como acompañamiento.

Para que el plato no pierda su esencia, el secreto está en que el arroz no se debe hervir. Por lo contrario, hay que tostarlo un poco de entrada y luego agregar la cantidad justa de agua.

Arroz frito: todo lo que hace falta

Ingredientes. Para preparar unos 2 platos de este delicioso arroz frito se requiere de:

•     1 taza de granos de arroz.
•     2 tazas de agua.
•     1 diente de ajo.
•     1 cebolla.
•     10 gr. de manteca.
•     Aceite de oliva (cantidad necesaria).
•     Sal y pimienta (a gusto personal).

¿Cómo se hace el arroz frito?

Elaboración. Como punto de partida, para preparar este plato una de las cosas que resulta de gran utilidad consiste en tener listos cada uno de los ingredientes.

En este sentido, además de tener calculadas las proporciones de agua y arroz, es importante que la cebolla y el ajo estén pelados y cortados en trozos pequeños (la cebolla puede estar en julianas y el ajo tiene que estar picado).

En una olla, poner una base de aceite de oliva y luego incorporar la cebolla y el ajo. Llevar a fuego mediano y cocinar hasta que la primera comience a transparentarse y el segundo a adquirir un tono dorado.

Llegado este punto, sumar el arroz y revolver de forma tal que los granos se tuesten un poco pero no se quemen. Para que no se pase, se pueden contar entre 30 y 45 segundos.

Finalmente, es momento de agregar el agua. A su vez, hay que condimentar con sal y pimienta a gusto personal y también incorporar el pequeño pedazo de manteca.

Una vez que la preparación comienza a hervir, poner a un fuego lo más mínimo posible y tapar la olla. ¿Un consejo? Seguir de cerca el proceso y revolver cada tanto para evitar que la mezcla se pegue.

Cuando el arroz ya absorbió toda el agua significa que la comida ya está lista. Lo único que resta hacer es retirar del fuego, emplatar y servir. ¡Ahora sí, momento de disfrutar!

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