Aunque pueda parecer fácil, este plato tan tradicional y famoso en todo el mundo puede presentar algunas complicaciones en su elaboración, sobre todo si se descuidan los detalles. En esta oportunidad, compartimos 5 trucos para que tus albóndigas queden perfectas y puedas disfrutarlas de la mejor manera posible.

Se trata de los consejos compartidos por Directo al Paladar, quien se encargó de recoger los testimonios de distintos chefs y especialistas del mundo.

Al mismo tiempo, estos trucos sirven para repasar todo el proceso necesario para hacer unas deliciosas albóndigas. A continuación, todos los detalles.
 

5 trucos para lograr las albóndigas perfectas: ¿cuáles son?

1. Usar una combinación de carnes.

Es sabido que las albóndigas son sumamente versátiles en el sentido de que se pueden elaborar con distintos tipos de carne, ya sea vacuna, de pollo, de cerdo y hasta de pescado.

Es más, hasta se pueden hacer con otros ingredientes que no sean carne, como pueden ser lentejas y berenjenas.

Más allá de esto, uno de los trucos que recomiendan los profesionales es no usar un solo tipo de carne. ¿Qué quiere decir esto? Que a la hora de picar la carne, en la trituradora se pueden poner varios tipos a la vez.

La combinación dará como resultado una serie de sabores únicos e indescriptibles. Como si fuese poco, también se lograrán distintas texturas y consistencias. Lo único que hay que tener en cuenta es que las albóndigas no pueden quedar “secas”.
 

2. Tener cuidado con el picado.

El picado de las albóndigas es fundamental para que el resultado final sea impecable. No hace falta que el mismo se haga muy finito, ya que se corre el riesgo de que la carne quede más bien como una pasta.

Tampoco se puede utilizar carne cortada a cuchillo, ya que los trozos obtenidos nunca podrán adherirse entre sí. 

¿Qué es lo que hay que hacer? Usar una picadora y practicar hasta obtener el corte justo y preciso.

3. Condimentos.

Sal, pimienta, ajo y perejil suelen ser los ingredientes que primero se vienen a la mente cuando hay que elaborar unas albóndigas. Sin embargo, distintos chefs de todo el mundo recuerdan que hay muchas más opciones en lo que a condimentos se refiere.

Jengibre fresco, cilantro, migas de distintos tipos de pan, cebolla caramelizada cortada en trozos bien pequeños, yema de huevo batido, queso parmesano rallado… Las posibilidades son tan numerosas como sorprendentes.

Para esto no hay mucho secreto: basta con dejar volar la imaginación y con usar la cocina como un espacio de juego en el cual siempre esté presente la posibilidad de probar variantes nuevas.

4. El armado.

Ya está la carne, ya está picada y hasta condimentada. El paso siguiente es el de armar las albóndigas, y lo que parece sencillo no lo es tanto si se piensa en las variables que se ponen en juego.

Para que las albóndigas queden perfectas se debe dar un perfecto equilibrio entre el tamaño de las esferas, su armado y la cobertura con harina. Todo esto influirá luego en el proceso de cocción y también en la jugosidad que presenten las mismas a la hora de ser comidas.

5. La fritura.

El último truco, el definitivo. Las albóndigas tienen que estar a temperatura ambiente y la sartén con abundante aceite, de forma tal que las mismas queden completamente cubiertas.

Los especialistas recomiendan freír durante poco tiempo a 180°C. Dicho de otra manera, las albóndigas se tienen que cocinar pero no tostar.

Si se tuestan, el sabor ya es completamente distinto. Lo mismo ocurre si se utiliza un aceite como el de oliva.

Ya cocida, hay que retirar las albóndigas, escurrir bien y dejar reposar sobre papel de cocina, para que eliminar todo el excedente de aceite.

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