Sastrería y corbatas: aprendé a llevar lo último de la moda femenina
Descubrí por qué esta combinación de moda está en todos los armarios fashionistas. Para la oficina hasta una noche de fiesta, todos los tips.
Trajes y corbatas: el revival más poderoso de la temporada.
La sastrería dejó hace rato de ser patrimonio exclusivo del guardarropa masculino. En las últimas temporadas, las pasarelas y el street style mostraron una clara tendencia, y es que los blazers, chalecos y pantalones de vestir son la nueva base de los looks femeninos que juegan con la dualidad entre lo clásico y lo disruptivo. Por supuesto, a esto también se suman las corbatas.
Aprendé a llevar la moda sastrera de la manera más cool
Diseñadores de todas partes han reinterpretado la sastrería de manera contemporánea. Ya sea en trajes con colores llamativos, cortes oversize o crop, o con detalles como solapas satinadas o botones tipo joya. En Argentina, las marcas también sumaron su versión, apostando a conjuntos que funcionan tanto para un evento formal como para un look más relajado con zapatillas.
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En cuanto a las corbatas, el abanico es amplio. Están las finas y de seda lisa, que aportan un aire minimalista; las más anchas con estampas retro, que evocan los 70; y las de cuero o vinilo, que suman un toque punk. Se llevan sobre camisas blancas impecables, pero también con remeras básicas, tops lenceros o con lo que haya bajo un blazer abierto.
Más allá de lo estético, el auge de la corbata habla de una moda que se anima a cuestionar y mezclar códigos de género. Ya no se trata de “vestirse como hombre”, sino de reapropiarse de piezas clásicas y darles una onda más personal. Algunas la usan para reforzar una impronta de poder, como un statement de rebeldía contra lo establecido, o sólo porque se ve canchero.
La versatilidad es tal que en un mismo día una corbata puede pasar de la oficina a un recital. Basta con cambiar el calzado, sumar un labial intenso o dejar la camisa entreabierta para que el look se transforme. Es un accesorio que, en su aparente rigidez, abre un mundo de posibilidades creativas porque no solo se puede llevar con su clásico nudo, sino también como una "bufanda".
El look sastrero y el uso de la corbata no es sólo moda, sino también una forma de vestir que, bien combinada, puede transmitir tanto autoridad como frescura, y esa versatilidad es un golazo digno de probar.




