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Jardín: cómo transformar tu planta de interior explote de hojas y color

Una serie de ajustes simples en su cuidado transforma esa planta de jardín de tallos largos y escasos en una mata densa y llena de vida.

Con estos secretos la tradescantia estará llena de flores en el jardín.

Con estos secretos la tradescantia estará llena de flores en el jardín.

La Tradescantia, conocida popularmente por nombres tan variados como "Amor de Hombre" o "Zebrina", es una de las plantas del jardín más agradecidas y vistosas que existen. Sus colores, que van desde los verdes intensos hasta los púrpuras y plateados, la convierten en una favorita para decorar cualquier rincón.

Sin embargo, tiene una tendencia que frustra a muchos de sus cuidadores: con el tiempo, sus tallos se alargan, dejando grandes espacios vacíos y acumulando las hojas solo en las puntas.

Conseguir que una Tradescantia crezca frondosa es, en realidad, una combinación de acciones sencillas pero constantes. Se trata de guiar el crecimiento de la planta en lugar de simplemente dejarla a su aire. Muchas veces, por miedo a dañarla, evitamos podarla o cambiar sus condiciones, cuando en realidad es justo lo que necesita para estimular su desarrollo lateral. Estos secretos no requieren de productos especiales, solo de un poco de atención y la voluntad de darle a la planta exactamente lo que pide para prosperar.

La poda: mira el verdadero secreto de la densidad

Mira el truco casero para tener una tradescantia frondosa en el jardín

Mira el truco casero para tener una tradescantia frondosa en el jardín.

El truco más importante, y el que más impacto tiene en la apariencia de la Tradescantia, es la poda regular. Hay que perderle el miedo a las tijeras. Cuando la planta crece, tiende a enfocar toda su energía en alargar el tallo principal. Si no intervenimos, tendremos tallos larguísimos con hojas solo en el extremo. Para evitarlo, la solución es "pellizcar" o cortar las puntas de los tallos de forma habitual.

Esta simple acción envía una señal a la planta para que despierte los brotes que se encuentran más atrás en el tallo, obligándola a ramificarse. El resultado es que, en lugar de un solo tallo largo, obtendrás múltiples brotes laterales que llenarán los espacios vacíos, creando ese aspecto de mata tupida que todos buscamos.

Junto con esta técnica, hay otro punto fundamental: no permitir que la planta florezca. Si bien sus pequeñas flores pueden ser bonitas, el proceso de floración consume una cantidad enorme de energía y nutrientes. Toda esa fuerza que podría destinarse a generar hojas más grandes y tallos más fuertes se desvía hacia la producción de flores.

Qué es lo que no se debe hacer con esta planta del jardín

Estas plantas son muy sensibles al exceso de humedad en sus raíces; de hecho, es la causa más común de que se pudran y mueran. El error más frecuente es regar siguiendo un calendario fijo en lugar de observar la necesidad real de la planta. La regla de oro es muy clara: hay que dejar que el sustrato se seque por completo entre riegos. La mejor forma de comprobarlo es introducir un dedo o un palito de madera en la tierra; si sale limpio y seco, es el momento de regar. Si sale húmedo, hay que esperar. Prefieren pasar un poco de sed a tener "los pies mojados".

Este manejo del riego debe ir acompañado de una maceta que facilite la tarea. Es imprescindible que el recipiente tenga buenos agujeros de drenaje en la base. Esto actúa como un seguro de vida, permitiendo que cualquier exceso de agua se evacúe rápidamente y evitando que las raíces se asfixien. Complementando esto, la ubicación es crucial. La Tradescantia ama la luz.

Para que sus colores se mantengan vibrantes y su crecimiento sea compacto, necesita estar en el lugar más iluminado posible, como un balcón o junto a una ventana soleada. La falta de luz provoca que los tallos se estiren buscando el sol, acentuando ese aspecto larguirucho que queremos evitar.

Un último truco para multiplicarla con éxito

Finalmente, una gran ventaja de podar tu planta es que todos los recortes se pueden convertir fácilmente en nuevas Tradescantias. El proceso de propagación es increíblemente sencillo, pero tiene un pequeño secreto para aumentar las probabilidades de éxito. Al momento de tomar los esquejes, es importante que no sean demasiado cortos. Un trozo de tallo muy pequeño apenas tiene reservas de energía para producir nuevas raíces y es más probable que falle. Lo ideal es cortar ramas de un tamaño generoso, que contengan al menos cuatro o cinco hojas.

Una vez que tengas los esquejes, simplemente retira las hojas inferiores y colócalos en un vaso con agua. En pocas semanas, verás cómo empiezan a aparecer las primeras raíces. Cuando tengan un sistema radicular decente, podrás plantarlos en una nueva maceta o incluso en la misma maceta de la planta madre para aumentar aún más su densidad. De esta manera, no solo mantienes tu planta principal sana y frondosa, sino que además puedes multiplicarla y llenar tu casa con su increíble colorido.