El pueblo de Río Negro que es un paraíso patagónico entre acantilados, mar y médanos
Bahía Creek, un pueblo costero escondido en el Camino de la Costa rionegrino, combina playas extensas, fauna patagónica, aventuras al aire libre y un entorno natural único que sorprende a cada visitante.
Bahía Creek, el pueblo de Río Negro donde acantilados, mar y médanos crean un paisaje patagónico único.
Destino ViedmaEn el corazón de la costa atlántica de Río Negro, Bahía Creek aparece como un pueblo de mar que parece detenido en el tiempo, donde los acantilados patagónicos se abren para dar paso a una bahía de aguas claras, médanos suaves y una tranquilidad que conquista a quienes llegan hasta allí.
Este pequeño balneario, ubicado en el departamento Adolfo Alsina, es uno de los secretos mejor guardados para los vecinos de Viedma y para los viajeros que buscan naturaleza pura.
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El paisaje sorprende desde el primer momento. A diferencia de otras zonas costeras donde los acantilados son protagonistas, en este pueblo la costa se vuelve más baja, dejando al descubierto playas amplias de arena fina y conchilla. La sensación es la de llegar a un oasis después de kilómetros de ripio y ausencia de vegetación alta, un lugar donde el mar y el silencio construyen un ambiente perfecto para descansar.
Un pueblo costero con naturaleza e historia
Uno de los mayores atractivos de Bahía Creek es la posibilidad de observar fauna patagónica en libertad. Entre julio y septiembre es común avistar ballenas y toninas overas muy cerca de la costa, un espectáculo que deja sin palabras a quienes lo presencian. Durante todo el año, además, es posible cruzarse con choiques, guanacos, maras, martinetas y perdices en los alrededores del pueblo.
La zona también guarda historias que alimentan el misterio de la Patagonia. Según investigaciones y relatos locales, existirían restos de un submarino enterrado en la arena, asociado a uno de los desembarcos nazis que, según crónicas y mitos de la región, habrían ocurrido tras la Segunda Guerra Mundial. Entre rumores de periscopios, barcos encallados y forasteros de acento alemán, Bahía Creek suma un condimento histórico que intriga a visitantes y curiosos.
Aventura y descanso en un pueblo patagónico
Este pueblo no es solo paz y mar. Bahía Creek es un excelente punto de partida para actividades al aire libre que aprovechan al máximo su geografía única. Entre las experiencias más buscadas se destacan:
- Snorkeling en Fuerte Argentino
- Buceo
- Sandboard en los médanos de Piedras Coloradas
- Pesca deportiva
- Paseos en fourtrack
- Excursiones al Cañadón de las Ostras
- Visitas a las Salinas del Gualicho
Los grandes médanos móviles, que ocupan más de 340 km², son uno de los paisajes más imponentes del camino. La falta de vegetación, causada por el viento constante y las escasas precipitaciones, crea un escenario perfecto para la aventura.
A esto se suma una pequeña villa con pocas casas y un club de pescadores que ofrecen un ambiente cálido, además de una interesante oferta gastronómica y una feria de artesanos ideal para llevarse un recuerdo del pueblo.
Cómo llegar a este pueblo de Río Negro
Desde Viedma hay dos caminos posibles:
- Ruta Provincial 51: 100 km de camino de ripio.
- Ruta Provincial 1 (Camino de la Costa): 65 km de asfalto hasta La Lobería y luego 70 km de ripio en mal estado. En total, 135 km.
Ambas opciones requieren conducir con paciencia, sobre todo si hay arena sobre la calzada, algo habitual debido a la cercanía con los médanos.
Recomendaciones para visitar el pueblo
- Consultar el estado de las rutas en Turismo antes de viajar.
- Llevar agua, comida y combustible: no hay estación de servicio.
- El pueblo cuenta con opciones de alojamiento y proveeduría básicas.
- Respetar la fauna local y los senderos marcados.