El pueblo cordobés donde el tiempo se detiene entre cerros y arroyos

En el Valle de Traslasierra, al oeste de la provincia de Córdoba, hay lugares donde el tiempo parece ir más lento. Uno de ellos es Los Hornillos, un pueblo pequeño pero encantador, que invita a caminar sin apuro, a respirar aire puro y a volver a lo esencial. Rodeado de cerros y bañado por arroyos cristalinos, este rincón cordobés conserva su identidad de montaña con orgullo, y ofrece un sinfín de experiencias para quienes buscan una escapada de fin de semana lejos del ruido.

Situado a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, es el pueblo más alto del departamento San Javier. En otro tiempo fue paso de caravanas hacia Las Chacras, San Javier y Yacanto, pero hoy se consolida como un destino elegido por su microclima, sus paisajes y una propuesta turística que combina gastronomía criolla, turismo aventura y cultura local.

Caminatas, cerros y rincones con historia

Custodiado por el cerro Champaquí y el cerro Negro, Los Hornillos es un lugar ideal para el trekking, las cabalgatas o los paseos en bicicleta por senderos serranos. Hay excursiones guiadas para quienes buscan experiencias más completas y la posibilidad de explorar a fondo la vegetación nativa. Un clásico imperdible es el balneario Comechingones, ubicado al pie de las sierras y a orillas del río Las Chacras, donde el entorno invita a quedarse por horas entre agua, sol y naturaleza.

Otro de los espacios más valorados por los visitantes es la reserva de biodiversidad nativa, un verdadero santuario natural donde se protege la flora y fauna del lugar. Entre sus calles tranquilas, se levanta también la capilla local, inaugurada en 1937 por dos devotos de Santa Teresita del Niño Jesús. Cada octubre, las fiestas patronales renuevan la tradición con celebraciones abiertas a la comunidad.

Sabores serranos y alma de pueblo

Si algo distingue a este pueblo de sierras, es su propuesta gastronómica. La feria de artesanías que se instala en la plaza principal reúne productos caseros y locales: desde quesillo de cabra y dulces artesanales hasta miel, alfajores serranos y cervezas hechas en el lugar. Una parada obligada es la cervecería Paso Ancho, que ofrece sabores únicos y vistas encantadoras.

A su alrededor, pequeñas despensas, casas de té y comercios mantienen viva la rutina simple y cálida de los pueblos serranos. Acá no hay cadenas ni grandes complejos: hay cercanía, identidad y ese aire de comunidad que tanto se busca al salir de la ciudad.

Datos útiles para la escapada

Llegar a Los Hornillos es fácil: se accede por la Ruta Provincial 5 y luego por la RP 14, pasando Las Rabonas. También se puede llegar en colectivo a través de la empresa Coata. En cuanto a hospedaje, hay opciones en casas familiares, cabañas y alojamientos rurales.

Los Hornillos es el tipo de lugar donde cada rincón tiene algo para contar. Entre aromas de monte, acento criollo y vistas que emocionan, este pueblo de Córdoba confirma que no hace falta ir muy lejos para sentirse realmente lejos de todo. Un destino serrano que ofrece mucho más que descanso: ofrece una experiencia.