El pueblo argentino que la ONU destacó entre los más lindos del planeta
Gaiman, Chubut, fue reconocido en el certamen Best Tourism Villages 2024 por su patrimonio galés, sus paisajes patagónicos y su propuesta cultural única.

Gaiman combina tradición galesa, arquitectura centenaria y paisajes patagónicos en un mismo rincón.
ShutterstockArgentina no deja de sorprender con la diversidad de paisajes y culturas que conviven en su extenso territorio. Desde la cordillera hasta el mar, hay rincones que parecen detenidos en el tiempo, con historias únicas y una identidad tan fuerte como entrañable. Entre ellos, hay un pequeño pueblo de la Patagonia que logró destacarse a nivel internacional por su belleza, su tradición viva y su propuesta turística original.
Se trata de Gaiman, ubicado en el valle inferior del río Chubut, a solo 17 kilómetros de Trelew. En 2024, fue distinguido por la Organización de las Naciones Unidas como uno de los más lindos del mundo, en el marco del certamen Best Tourism Villages.
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Un pueblo galés en el corazón de Chubut
Gaiman fue fundado en 1865 por colonos galeses que se establecieron en el valle del río Chubut en busca de un nuevo hogar donde preservar sus costumbres, idioma y religión. Esa influencia sigue viva en la arquitectura de ladrillo, en los jardines ordenados, en los nombres de sus casas de té y en la amabilidad de su gente.
El nombre "Gaiman" proviene del idioma tehuelche y significa “piedra para afilar”, reflejando así la fusión entre culturas originarias y europeas que marcaron el carácter del lugar.
El pueblo ofrece una postal única: entre cerros ocres, vegetación de valle y construcciones históricas, se recorre a pie con la sensación de estar en otro tiempo. No es casualidad que su estética encantadora haya enamorado incluso a la realeza: en 1995, la princesa Diana de Gales visitó Gaiman y tomó el té en la tradicional casa Ty Te Caerdydd. Ese momento se convirtió en un hito para los vecinos, y los utensilios utilizados por Lady Di todavía se conservan como un pequeño tesoro comunitario.
Más allá de las casas de té y los recuerdos reales, Gaiman invita a explorar su historia a través de circuitos autoguiados, museos locales y recorridos por su patrimonio arquitectónico. La Noche de los Museos, uno de los eventos más destacados, abre las puertas de distintos espacios culturales para que vecinos y turistas vivan una experiencia nocturna con música, gastronomía y relatos del pasado. En esta jornada especial, el pueblo entero se transforma en un gran escenario abierto donde se celebra su identidad.
Además del valor histórico, Gaiman se consolida como un destino innovador dentro de Chubut. Un ejemplo de ello es su propuesta de astroturismo, una experiencia ideal para disfrutar del cielo limpio de la estepa patagónica. Los miradores naturales permiten observar las estrellas en todo su esplendor, mientras se acompaña con picadas regionales, vinos locales y las tradicionales tortas galesas. Es una experiencia sensorial completa, donde la astronomía se entrelaza con la gastronomía.
Por su tamaño, Gaiman se recorre en poco tiempo, pero es de esos lugares donde uno se queda más de lo previsto. El ritmo pausado, la hospitalidad de los vecinos y la posibilidad de conectar con lo esencial hacen que cada visita deje huella. No se trata solo de ver, sino de vivir: compartir una charla, probar una receta antigua, mirar el cielo sin apuro.
El premio otorgado por la ONU no hizo más que confirmar lo que muchos argentinos ya sabían: que este pueblo de Chubut es un tesoro escondido en plena Patagonia. Un rincón que cuida su historia, abre sus puertas con calidez y ofrece una experiencia de turismo sustentable, cultural y humano.