El pueblo entre mesetas y lagunas que es ideal para conocer la Patagonia profunda

En el sur de Río Negro, lejos de los lagos turísticos y los bosques de postales, Los Menucos nos muestra otra cara de la Patagonia, una distinta a la que estamos acostumbrados como la que ofrece Bariloche o San Martín de Los Andes. Encajonado entre mesetas, con el horizonte dominado por el relieve de la Meseta de Somuncurá, este pueblo de la Línea Sur sorprende por su historia, su riqueza geológica y la autenticidad de su gente.

El nombre Los Menucos proviene del vocablo tehuelche que significa “ojos de agua”, en referencia a pequeñas superficies de tierra húmeda que se mueven al pisarse.

Su fundación oficial data de 1927, pero su poblamiento comenzó mucho antes, con comunidades indígenas desplazadas del centro del país. Vinieron desde Azul y La Pampa con sus pequeños rebaños, buscando tierras donde asentarse. A ese primer poblamiento se sumaron comerciantes europeos, formando una comunidad que hoy mantiene vivas sus raíces y costumbres.

Uno de los aspectos más llamativos de Los Menucos es su entorno geográfico único. Al norte se extienden mesetas escalonadas; al sur, el terreno se eleva abruptamente hasta alcanzar la imponente Meseta de Somuncurá.

Este relieve ha favorecido el desarrollo de una intensa actividad minera, con yacimientos de caolín, pórfidos y piedras lajas que se comercializan en toda la región. La producción lanera, la cría sustentable de guanacos y choiques, y la actividad rural completan el perfil económico de este pueblo con identidad propia.

Pero Los Menucos también es una invitación a explorar. Desde el pueblo se puede acceder a parajes como Prahuaniyeu y Comicó, que sirven de entrada a Somuncurá. También se pueden realizar actividades como cabalgatas, trekking, safaris fotográficos o visitas a establecimientos rurales, donde el visitante puede participar de tareas de campo o conocer la fauna local. La zona también cuenta con espejos de agua como la Laguna Chanquin o Gaucho Niyeu, que aportan biodiversidad a este paisaje de estepa.

A pesar de su ubicación remota, Los Menucos guarda historias de resistencia, de migraciones silenciosas y de un modo de vida vinculado profundamente con el entorno. Es un lugar para descubrir sin apuro, ideal para quienes buscan paisajes solitarios, aire puro, cielos abiertos y un contacto real con la Patagonia más profunda.