Lo dijo la ciencia: esta es la receta para una hamburguesa perfecta
Investigadores de la Universidad de Oxford diseñaron los pasos a seguir para conseguir la mejor hamburguesa.
¿Quién puede resistirse a una buena hamburguesa? Más allá del sabor, este clásico de la comida rápida encierra una complejidad que ocupó a científicos y amantes de la gastronomía por igual. Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, liderado por el profesor Charles Spence, se adentró en el mundo de la hamburguesa para desvelar sus secretos y encontrar la receta perfecta.
La gastrofísica, la disciplina que estudia la percepción sensorial de la comida, fue la clave para este descubrimiento. Los investigadores analizaron cada elemento de la hamburguesa, desde el tipo de pan hasta el orden de los ingredientes, para determinar cómo afectan a nuestros sentidos y, en última instancia, a nuestro placer al comer.
La receta de la hamburguesa perfecta, capa por capa
Según el estudio, la hamburguesa perfecta se construye en nueve capas, cada una con un papel fundamental en la experiencia sensorial:
- Pan de hamburguesa con semillas: calentado y rociado con aceite de sésamo, estimula el olfato y el tacto.
- Salsa chipotle: sñade un toque picante que libera endorfinas y aumenta el placer.
- Lechuga y pepinillo: aportan frescura y crujiente.
- Tomate maduro: suma jugosidad y aroma.
- Jamón serrano y cebolla frita: añaden textura y sonido crujiente.
- Queso Camembert fundido: proporciona una textura suave y aroma intenso.
- Carne de Wagyu: la grasa intramuscular le confiere un sabor y textura excepcionales.
- Salsa ketchup: aporta un toque dulce y salado.
- Pan inferior con salsa de soja: realza los sabores y añade humedad.
Más allá de los ingredientes: el orden altera el producto
La investigación de Oxford va más allá de la lista de ingredientes. El orden en que se colocan los alimentos es crucial para que nuestros sentidos perciban cada sabor y textura de manera óptima. Los elementos aromáticos, como el pan y la salsa chipotle, deben estar en la parte superior para estimular el olfato. Los sabores, por su parte, se perciben en la lengua, por lo que los alimentos más sabrosos deben estar en la parte inferior.
Además, el tamaño y la forma de la hamburguesa son fundamentales. Según el estudio, la hamburguesa perfecta debe tener un tamaño adecuado para que pueda ser comida con las manos, lo que mejora la experiencia sensorial.
El gusto no es el único sentido involucrado en la degustación de una hamburguesa. El tacto, el oído y la vista también juegan un papel importante. La sensación de un pan cálido y suave en las manos, el sonido crujiente de la lechuga y el aspecto apetitoso de la hamburguesa contribuyen a una experiencia más completa y satisfactoria.