Así se recalienta la pizza para que quede como recién salida del horno

La pizza siempre es tentadora, aún cuando sean las sobras que quedaron en la heladera. Sin embargo, si te cansaste de la pizza fría y gomosa, hay claves para recalentarla y que quede como nueva. Olvidate del microondas y descubrí como en pocos minutos tu porción de pizza esté tan rica como la primera vez que la sacaste del horno.

Tres formas para recalentar la pizza y que quede perfecta

• Tradicional en el horno

Precalentá el horno a temperatura alta (200-250°C). Cuanto más caliente esté el horno, más rápido se calentará la pizza sin resecarse. Colocá la pizza directamente sobre la rejilla del horno. Esto permite que el aire circule por debajo de la masa, garantizando una textura crujiente. Calentá la pizza durante 5-10 minutos, o hasta que el queso se derrita y la corteza esté dorada.

• Un toque de vapor para un resultado perfecto

¿Querés que tu pizza sea aún más perfecta? Un poco de vapor hará maravillas. Colocá una pequeña bandeja de metal o un recipiente resistente al calor en la parte inferior del horno. Agregá un poco de agua a la bandeja antes de precalentar el horno. El vapor creado ayudará a mantener la masa húmeda y evitará que se seque mientras se calienta el queso.

• La sartén: una alternativa rápida y efectiva

Si no tenés tiempo para esperar a que el horno se precaliente, la sartén es una excelente opción. Calentá una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva. Colocá la porción de pizza en la sartén y cocínala durante 2-3 minutos, o hasta que la base esté dorada. Agregá unas gotas de agua al borde de la sartén y tapá inmediatamente. El vapor creado ayudará a que el queso se derrita sin quemarse. Cociná por 1-2 minutos más con la sartén tapada, hasta que el queso esté completamente derretido y burbujeante..

No la recalientes demasiado: Si la pizza se cocina demasiado tiempo, se secará y se volverá gomosa. Vigílala de cerca y retírala del horno o la sartén tan pronto como esté caliente.