Adelgazar sin hacer dieta, ¿cómo es eso?: mirá la nota
Por todos lados se difunden métodos infalibles para perder peso. Algunas aseguran el “milagro” de adelgazar con muy poco esfuerzo y el resultado, mayor frustración. Claves para finalmente lograrlo
Se trata de una visión más integral del cuerpo humano y de la persona y no tanto de un "método eficaz" con algo (o mucho) de sacrificio y resultado exitoso. Esta mirada integral implica entender el cuerpo humano y a la persona en sí para lo que es algo tan importante y que en el día a día cuesta tenerlo presente y que es sencillamente la salud. No se trata de un método "paso a paso" sino que de una vía segura para cambiar los hábitos, directamente, tal es como lo sostiene la investigadora mexicana Marina Idalia Rojo López, del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau (Barcelona, España), quien considera que lo único que se ha demostrado hasta ahora para conseguir una reducción de peso saludable y sostenido en el tiempo ha sido cambiar los hábitos.
Según la experta, las "dietas milagro" o de las dietas muy estrictas, por un lado suelen ser muy restrictivas y no proporcionan al cuerpo los nutrientes esenciales necesarios, como las vitaminas y minerales, lo que puede derivar fatiga, mareos, irritabilidad, estreñimiento, pérdida muscular y hasta en trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia. Y respecto de las dietas muy estrictas - como las que eliminan grupos de alimentos completos - su respuesta es que las mismas pueden favorecer la pérdida de peso a corto plazo, pero una vez que terminan estas dietas severas y se recupera el estilo de vida previo suele aparecer el tan temido "efecto rebote", es decir, recuperar el peso anterior. Además considera un tercer punto muy importante, por el hecho de no lograr los resultados esperados: el impacto negativo en la salud mental y emocional que se traduce en ansiedad, estrés y obsesión por la comida y el peso.
“Hay que hacer las paces con nuestro cuerpo y establecer metas realistas. Tener claro que los cambios que se desean hacer deben de ser sostenibles”, afirma la experta.
¿Qué pasos seguir?
- Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, ya que son fuentes ricas en nutrientes y fibra.
- Beber suficiente agua y limitar el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas.
- Tener presente que el consumo de café o el té pueden ir acompañados de leche o azúcares y que muchas veces se pasan por alto.
- Al hacer la lista de compras de alimentos - antes que todo, planificar las comidas con antelación- incluir solo lo que hace falta para la elaboración de la comida en la casa.
- Preferir snacks saludables como los frutos secos.
- Servir en el plato sólo lo que se va a comer (para también evitar que se desperdicie la comida). Y evitar comer de más porque el plato está lleno.
- No sólo se trata del hábito en los alimentos y comidas: hace falta incorporar ejercicio físico regular en la rutina diaria. Mejor elegir actividades que se disfruten para mantener la motivación porque el mejor ejercicio es el que se realiza por gusto.
- Buscar apoyo y motivación en los amigos y familiares.
- Considerar la ayuda de un profesional de la salud, como un nutricionista o nutriólogo, para recibir orientación y consejos específicos. /. Mario Simonovich / Fuentes: vidaysalud.com