Descubrí porqué ya no es moda el gotelé y cómo se puede sacar de tus paredes
En un pasado no tan lejano, el gotelé reinaba en las paredes de las construcciones nuevas como una técnica vanguardista de decoración, pero en la actualidad esto ya no es moda.
Este peculiar revestimiento dentro dentro de la decoración, el gotelé, logrado mediante la proyección de pintura densa con diferentes herramientas, creaba una superficie rugosa que, disimulaba imperfecciones de las paredes. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha perdido su atractivo y ahora se busca activamente eliminarlo de nuestros hogares.
¿Qué es realmente el gotelé?
El gotelé es un revestimiento de decoración en paredes, que se obtiene al esparcir una pintura espesa, conocida como temple, mediante pistolas de proyección de aire comprimido, tirolesas o rodillos especiales. La rugosidad resultante depende de la composición y el espesor de la pintura, con tiempos de secado que varían entre 2 y 4 horas. Su función original era disimular imperfecciones, siendo una solución económica y rápida.
Hoy en día, el gotelé ha caído en desuso por diversas razones. En primer lugar, su mantenimiento resulta complicado, ya que el polvo se acumula fácilmente en sus irregularidades. Además, al realizar reparaciones, replicar la misma textura es un desafío. La estética también ha evolucionado, y materiales modernos permiten obtener una apariencia más limpia y lisa en la decoración de paredes.
¿Cómo quitar el gotelé?
Quitar el gotelé se ha convertido en una tendencia en reformas, a pesar de que es un proceso que demanda tiempo y recursos. Una opción es humedecer la pared, raspar la rugosidad con una espátula, aplicar masilla para corregir imperfecciones, y finalmente, pintar. Otra alternativa consiste en cubrir las imperfecciones con masilla y alisar la superficie. Ambas técnicas requieren paciencia y dedicación, con un proceso que puede extenderse por semanas, dependiendo del tamaño y estado de la pared.
En resumen, el gotelé, alguna vez de moda en la decoración de paredes, ha sido desterrado en favor de paredes lisas y modernas. Quitar este revestimiento se ha vuelto una elección popular para aquellos que buscan renovar el aspecto de sus hogares, aunque el proceso no sea precisamente rápido ni sencillo.