El pueblo de colinas y playas donde se encuentra una especie de Capilla Sixtina rupestre

El creciente interés por los destinos rurales ha posicionado a diversos pueblos de España como sitios ideales para quienes buscan una pausa en el ajetreo urbano. En respuesta al deseo de escapar del bullicio de las grandes ciudades, han surgido alternativas que permiten descubrir joyas escondidas en la geografía española, destacando los destinos seleccionados por la asociación "Los Pueblos más Lindos de España". Entre estos, Santillana del Mar, al norte del país, se alza como una opción fascinante que invita a explorar su rica historia y belleza natural.

Santillana del Mar, situada en la comarca de la Costa Occidental, es conocida como "la villa de las tres mentiras", pues según el dicho popular, "ni es santa, ni llana, ni tiene mar". Aunque la villa en sí no está directamente en la costa, su municipio sí cuenta con acceso a playas.

Este apacible rincón, rodeado de suaves colinas, ha resistido el paso del tiempo, preservando un ambiente único que atrae a miles de turistas cada año. Sus habitantes, muchos de los cuales se dedican al turismo, han adaptado la oferta de hostelería, alojamientos rurales y tiendas de productos típicos para atender a los visitantes que desean sumergirse en su ambiente pintoresco.

Entre sus mayores atractivos, destaca la impresionante colegiata de Santa Juliana, cuya historia otorga el nombre a esta villa cántabra. Junto a ella, la Villa Quijano, también llamada "El Capricho" de Gaudí, se presenta como un hito arquitectónico del renombrado arquitecto catalán, famoso por obras como "La Sagrada Familia". Este edificio, único en la región, es una verdadera joya para los amantes del arte y la arquitectura, albergando detalles sorprendentes que reflejan el estilo singular de Gaudí.

A pocos kilómetros, las Cuevas de Altamira ofrecen una experiencia cultural de gran valor. Con pinturas rupestres que datan de miles de años, estas cuevas, descubiertas en 1875, han sido llamadas "La Capilla Sixtina del arte rupestre" por la riqueza y precisión de sus imágenes. Las pinturas y grabados de la cueva pertenecieron principalmente a los períodos Magdaleniense y Solutrense, con algunos ejemplos adicionales del Gravetiense y los inicios del Auriñaciense, según pruebas realizadas con series de uranio. Esto confirma que la cueva fue utilizada en varios periodos, sumando alrededor de 22.000 años de ocupación, desde hace unos 36.500 hasta hace 13.000 años, cuando la entrada principal quedó sellada por un derrumbe, todo dentro del Paleolítico superior.

Tiene playa, solo que algo alejada

Para quienes buscan experiencias junto al mar, la playa de Santa Justa es una opción accesible que se encuentra a poca distancia de la villa. Además de su encanto natural, esta playa cuenta con la singularidad de albergar una antigua ermita enclavada en un pliegue anticlinal, lo que la convierte en un sitio de interés geológico. Desde la playa, es posible disfrutar de vistas al paredón de San Telmo, restos de una fortificación militar, que añaden un toque histórico al paseo por este paraje.

Santillana del Mar, con su mezcla de patrimonio histórico, cultura y naturaleza, se posiciona como un destino cautivador en Cantabria, ideal para quienes buscan una escapada que conjugue tradición y encanto natural en el norte de España.