Asombroso estudio

La inteligencia artificial se metió en el mundo del vino e impacta

Un neurocientífico y una enóloga se juntan para demostrar cómo se pueden identificar vinos por sus componentes moleculares y determinar su origen.

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MDZ Estilo sábado, 6 de enero de 2024 · 11:28 hs
La inteligencia artificial se metió en el mundo del vino e impacta
La Inteligencia Artificial y el mundo del vino. Foto: Freepik

Hoy la inteligencia artificial está en boca de todos y el vino no escapa a esa lógica. Según recientes estudios, por medio de la tecnología aparentemente podemos determinar de donde provienen cada ejemplar.

Y esto ha quedado evidenciado gracias a un grupo de científicos que se basó en el aprendizaje automático y la cromatografía de gases para evaluar con gran éxito 80 muestras de vinos y lograr identificar cada uno de los Chateau de Burdeos (Francia) que los producían. Claramente, este asombroso método de investigación valida el concepto de terroir y tiene implicaciones de gran alcance.

"Este estudio demuestra el notable potencial del análisis de cromatografía de gases para explorar cuestiones fundamentales sobre el origen y la edad del vino", dijeron los autores principales, Alexandre Pouget, neurocientífico computacional de la Universidad de Ginebra , y la enóloga investigadora Stéphanie Marchand del Instituto de La Viña y las Ciencias del Vino (ISVV) en la Universidad de Burdeos. Los detalles de la publicación están en la revista Communications Chemistry.

Identificación de suelos. Foto: Gentileza.

El algoritmo procesa alrededor de  30.000 mediciones sobre cada vino y los va ubicando dentro de un mapa específico. Y allí los resultados fueron sorprendentes: los vinos de la misma finca pero de diferentes cosechas se agruparon. Para una finca diferente, obtienes otro grupo en otro lugar. 

Los grupos analizados ponen en relevancia todas las denominaciones de origen de Burdeos. Lo que pone en evidencia que químicamente hablando, existe similitud entre vinos geográficamente más cercanos entre sí. "Visualmente es impresionante", dijo Pouget. "Se toma una huella química de un vino y se proyecta en una hoja de papel y se recupera un mapa de Burdeos, lo cual es algo asombroso. Aquí es donde me emocioné mucho".

La tecnología podría ayudar a identificar con mayor precisión al productor de un vino y esto frenar la falsificación, un fenómeno cada vez más común dentro de la industria. Y en lo que se refiere al cambio climático, la herramienta le permite al profesional de la enología conocer cómo está cambiando la tipicidad de su vino, definida por la huella química.

Cuando empezó este científico a estudiar aspectos vinculados al vino, lo hizo por la tremenda curiosidad que le despertaban los misterios de esta bebida. "Y aquí estoy, 30 años después", dijo Pouget.

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