El Gobierno de los Países Bajos confirmó que la princesa Amalia, hija de la reina Máxima y Guillermo, podrá acceder al cargo de jefe de Estado sin importar si se casa con una persona del mismo sexo. Aunque la princesa Amalia no ha hecho declaraciones públicas sobre su sexualidad, surgió un debate tras la publicación de un libro que analizó esta posibilidad.

El primer ministro, Mark Rutte, detalló que no ven obstáculos legales para permitir el matrimonio del heredero con una persona del mismo sexo. La Constitución neerlandesa se basa en la idea de la sucesión hereditaria, pero el derecho de familia moderno no asume automáticamente como "hijos" solo a aquellos que descienden biológicamente de los padres que los conciben.

“El Gobierno cree que el heredero también puede casarse con una persona del mismo sexo y no ve un obstáculo legal permitir el matrimonio de un heredero con una persona del mismo sexo. Por lo tanto, el gabinete no considera que un heredero al trono o el rey deba abdicar si desea casarse con una pareja del mismo sexo”, fueron las palabras exactas del primer ministro, Mark Rutte.

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Asimismo, Rutte expresó la necesidad de clarificar quiénes serían considerados hijos en un matrimonio entre personas del mismo sexo y la importancia de hacer acuerdos al respecto para abordar la sucesión al trono en estas circunstancias.

Aunque la princesa Amalia aún tiene 19 años y no ha indicado planes matrimoniales a corto plazo, el Gobierno y las dos cámaras en Países Bajos deberán considerar la sucesión en caso de que haya hijos en la familia de la heredera que no sean descendientes legales de la misma. El debate sobre la sucesión futura incluirá consideraciones sobre la ley de paternidad y los niños nacidos de matrimonios que sean relevantes en ese momento.

En el pasado, se planteó la cuestión sobre si la monarquía podría ser hereditaria en el caso de matrimonios del mismo sexo. En 2001, Job Cohen, secretario de Estado de Justicia en esa época, mencionó que la monarquía es una institución hereditaria y que la imposibilidad de que dos mujeres o dos hombres tengan hijos biológicos de su propio matrimonio podría cambiar la naturaleza hereditaria de la realeza. No obstante, las leyes y enfoques han evolucionado para reconocer y garantizar la igualdad en el matrimonio.