Máxima de los Países Bajos ya no cumple el protocolo real tras 10 años de reinado

El Prinsjesdag, o Día del Príncipe, es un evento significativo para la familia real holandesa, marcando el tercer martes de cada septiembre en su calendario. Este año, la reina Máxima ha desafiado la tradición al elegir pantalones en lugar del tradicional vestido largo con tocado o pamela.

Una sorpresa que destacó en un evento en el que se presentó también la princesa Alexia, su hija mediana, marcando su debut en esta importante ocasión. Tanto la heredera al trono, Amalia, como Alexia, cumplieron con la etiqueta vistiendo elegantes vestidos en azul Klein y fucsia respectivamente.

Sin embargo, el foco de atención se posó en Máxima de los Países Bajos y su innovador atuendo diseñado por Claes Iversen. Un conjunto en color melocotón compuesto por un pantalón palazzo y un top de cuello redondo, resaltando la elegancia y versatilidad de los pantalones en un evento solemne.

El abrigo de la reina, también diseñado por Claes Iversen, capturó la atención con su largo que casi llegaba a los pies, fabricado en seda y adornado con un elaborado borde festoneado bordado y un vistoso estampado digital de flores pintadas a mano. Para complementar su look, llevó un tocado de flores y unos pendientes en forma de lágrima de Steltman, hechos en diamantes, oro blanco y kunzita.

Esta elección de Máxima por pantalones en Prinsjesdag evoca a la realizada por la reina Letizia en el Día de la Hispanidad de 2010, desafiando la etiqueta establecida. La reina consorte de Países Bajos ha demostrado que las tradiciones pueden adaptarse y que la elegancia no está restringida solo a los vestidos de gala, deslumbrando con su estilo único.