Punta Cana: paradisíacas playas, bebidas afrodisíacas, islas y lujo sin límites

Punta Cana, el paraíso de República Dominicana, es indiscutiblemente uno de los destinos del Caribe preferidos por viajeros de todo el mundo. Son sus playas de arena blanca y fina, sus cálidas aguas color turquesa y sus altas palmeras que parece tocaran el cielo las que obnubilan a quien las conoce. Pero, ¿qué hay más allá?

Sin lugar a dudas, el principal atractivo son sus playas; sin embargo su gastronomía, coctelería y la alegría y calidez de su gente hacen de Punta Cana un destino perfecto para quienes desean pasar unos días relajados y dejar de lado las preocupaciones de la rutina diaria.

El destino cuenta con 50 kilómetros ininterrumpidos de playas de ensueño. En las cuales es común que resulte tentador quedarse un largo rato nadando y sumergiéndose en sus tranquilas aguas, mientras se contempla el horizonte y uno se deja mecer por el suave oleaje que baña las costas de Punta Cana. 

En este sector del Caribe el sol asoma temprano, sus rayos comienzan a calentar desde las primeras horas de la mañana invitando a uno a caminar por la playa o desayunar cerca del mar mientras susurra el sonido del mar. ¡Nada mal para arrancar el día!

Pero no solo hay playa en este destino tan visitado por turistas de todos los idiomas. Lo primero que le llamará la atención al llegar a Punta Cana es la amabilidad y respeto de los anfitriones que le darán la bienvenida en cuanto llegue al aeropuerto. Con coloridas y frescas camisas, la mano extendida para saludar y un “Bienvenido” en un acento muy particular, los dominicanos logran que uno inmediatamente se desenchufe de todo y que las preocupaciones queden guardadas en el equipaje. Sus alegres bailes y grandes sonrisas acompañan en todo el viaje a los turistas, sin importar en cuál de los atractivos turísticos de República Dominicana se encuentre.

A las costas de Punta Cana las engalanan los hoteles all inclusive que se despliegan en la primera línea de playa, con balcones con vistas al mar, restaurantes, espacios de relajación, grandes piscinas y bella arquitectura.

Para quienes busquen unas vacaciones relajadas en pareja o con amigos, en un hotel solo para adultos (los adults only son una tendencia que ha crecido en gran medida en los últimos años), en la hermosa playa Bávaro se ubica TRS Turquesa Hotel, de Palladium Group, uno de los all inclusive más lujosos y exclusivos de Punta Cana.

El hotel ofrece una interesante propuesta especialmente diseñada para unos días de desconexión. Desde stand up yoga en sus piscinas, hasta una barra de jugos naturales detox a demanda del huésped, barras de exquisitos cócteles y cafetería, números artísticos para acompañar un almuerzo en la playa. 

Este hotel 5 estrellas fue mucho más allá de los all inclusive y ofrece Infinite Indulgence, servicios sin límites a todos los huéspedes de este hotel que permite utilizar indistintamente todas las instalaciones que se encuentran en el resort y TRS Turquesa Hotel. También degustar exquisita gastronomía internacional, en las que se destacan la cocina peruana, mexicana, tailandesa, italiana y japonesa. 

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Ahora bien, su gran diferencial es el servicio de mayordomía, esto es lo que lo distingue del resto de los hoteles. Sus mayordomos tienen el “don” de ser como hadas madrinas o ángeles de la guarda y complacer al huésped en, prácticamente, todos sus deseos. Desde pedidos especiales para el frigobar, decoración en la habitación para fechas importantes, reservas en hoteles y excursiones y hasta selección de almohadas en cualquiera de sus 372 habitaciones. Cada día, a través de un mensaje de WhatsApp el mayordomo a cargo informa cómo estará el clima ese día, a qué hora se esconde el sol, a qué hora sale la luna y recuerda que está al servicio de los huéspedes para lo que necesiten.

Todos estos mimos y servicios exclusivos cautivan y hacen que resulte difícil moverse de las instalaciones del hotel durante la estadía, es prácticamente irresistible quedarse todo el día en la playa o las piscinas, recostado en las cómodas poltronas o reposeras, mientras se refresca con cócteles frutales. Sin embargo, existe un sinfín de opciones para descubrir el lado más salvaje y aventurero del destino y dejarse atrapar por la naturaleza en su máxima expresión.

Una de las excursiones más vendidas de República Dominicana es la de Isla Saona, un paradisíaco atractivo para descubrir playas vírgenes. El tour hasta allí parte desde cada hospedaje hasta el Puerto del pueblo de Bayahibe desde donde salen las embarcaciones que atravesarán el mar hasta la isla. Esta joya tropical es un espacio protegido de 110 km2 y parte del Parque Nacional de Cotubanamá.

La mayoría de estos tours incluyen una parada en Palmilla, un tramo de arena blanca con una amplia piscina natural, y otra parada en el muelle que recibe a todas las embarcaciones. Desde allí, uno camina por senderos custodiados por gigantes cocoteros hasta llegar a un sector de paradores donde se puede almorzar y recostarse al sol. 

Esta isla recibe a alrededor de 6.000 personas por día; por lo que puede parecer un tanto invasivo encontrarse con tanta gente, luego de pasar unos días relajados en la tranquilidad del hotel. Por ello, es recomendable aprovechar el tiempo que cada grupo tiene permitido permanecer en Saona y caminar hacia el sector al que casi nadie llega, allí uno puede relajarse en el mar, tomar fotografías o simplemente contemplar el paisaje bajo la sombra de una enorme palmera.

Y si aún quedan ganas de conocer lo que hay más allá del all inclusive, se pueden contratar actividades acuáticas como la banana boat, alquilar motos de agua, volar en parapente sobre el mar, manejar por senderos en cuatriciclos o sumergirse en las profundidades del mar en busca de corales con una clase de buceo. 

Para los que prefieren escaparle a la aventura y salir de compras, sobre las costas de la Playa Bávaro pueden encontrarse pequeños y coloridos puestitos de venta de artesanías, recuerdos y con decenas de botellas de la popular bebida a la que le atribuyen propiedades afrodisíacas: la Mama Juana. 

La Mama Juana es un licor espeso de color ámbar a rojo brillante hecho a partir de ron, vino tinto, miel y frutas, hierbas y especias medicinales. Su contenido alcohólico es generalmente alrededor del 30% y su sabor varía de dulce, frutal, picante y ardiente dependiendo de la receta. Esta bebida es muy elegida por los locales y ha comenzado a popularizarse entre los turistas, hasta llegar a exportarse a muchos países.

Pero en Punta Cana el día no termina cuando se esconde el sol. Quienes se sientan con energías para disfrutar de la noche hasta la madrugada pueden recorrer los bares de este destino tropical, bailar merengue o bachata entre sus mesas o presenciar el gran despliegue artístico del famoso y ruidoso Coco Bongo.

Algunos datos útiles

Antes de programar unas vacaciones al Caribe muchos se preguntan cuándo es la mejor época para visitar estos destinos para poder disfrutar sin restricciones de la playa.

Aquellos que estén pensando en viajar a Punta Cana deben tener en cuenta que la época de lluvias es durante los meses de primavera y los primeros días de verano. Mientras que las temidas temporadas de huracanes son generalmente entre junio y noviembre, siendo septiembre el mes más activo. Igualmente, su bien República Dominicana está dentro del área de las tormentas, las probabilidades de que un gran huracán toque tierra son pocas.

Los meses de diciembre hasta principios de marzo tienen el clima más agradable en República Dominicana; las mañanas y tardes cuentan con brisas frescas y temperaturas mínimas de 18°C, mientras que las temperaturas diurnas oscilan entre 25°C y 27°C. 

Otro de los factores que tienen en cuenta los viajeros antes de decidir las fechas para visitar este destino tropical, es la época de sargazo (alga que crece en el mar y suele invadir las costas). 

Aunque no se puede saber con exactitud cuáles son los meses en los que habrá menos de estas algas en la costa, según los registros de los últimos años, en Punta Cana la época de sargazo en las playas va desde septiembre hasta enero. Pero, todos los hoteles con salida al mar se encargan de limpiar la zona para que los turistas puedan disfrutar.