Es uno de los pueblos más bellos de España y enamora con sus playas y casitas de colores

Los pueblos se han convertido en las verdaderas joyas turísticas que todo viajero quiere descubrir. Europa es uno de los continentes que alberga la mayor cantidad de estos pequeños poblados, guardianes de historias, cultura, tradiciones y rodeados de paisajes de cuento. A través de la Asociación "Los pueblos más bonitos de España", se busca poner en valor a estas aldeas, como este destino al que muchos lo comparan con el popular Cinque Terre, en Italia.

En Asturias, a unos 70 kilómetros de Bandujo, Cudillero resplandece con sus casitas de colores que cuelgan de los cerros y miran hacia la costa del mar Cantábrico. Este pueblo marino, con su paisaje increíble, con playas únicas, verdes valles, ríos y cascadas, vertiginosos acantilados y montañas ha sabido ganarse un puesto entre los más hermosos de España.

Cudillero se conoce como el pueblo invisible, porque, por su ubicación geográfica, prácticamente no se ve desde la costa ni desde la tierra. Sin embargo, cuando uno lo visita es imposible de que pasen desapercibidos sus paisajes, su gente y rincones. 

Sus pobladores tiene dos estilos de vida bien diferenciados. "Por un lado, los pixuetos que son los pescadores y habitantes de la parte baja del pueblo, donde las casas cuelgan de la ladera. Por otro lado, están los caízos, que son los que viven en la calle principal que da acceso al pueblo, es la zona de los oficios y donde tradicionalmente se ubican los comerciantes", describen en el sitio oficial de "Los pueblos más bonitos de España".

Este pueblo costero invita a los visitantes a recorrer sus estrechas calles, disfrutar de los colores del amanecer y atardecer, degustar su exquisita gastronomía (en la cual el pescado fresco es la estrella), asolearse en sus playas y caminar por los senderos de sus verdes valles para descubrir cascadas y ríos y conectar con la naturaleza más pura.

Además, cuando uno se aleja de la zona más poblada de Cudillero se encuentra con infartantes acantilados que cumplen el rol de miradores y permiten tener panorámicas únicas. Uno de ellos es el mirador de La Garita, con vistas hacia el puerto de la villa como hacia el faro; otro es el mirador de El Picu, justo en el centro pixueto; también está el mirador Casa del Fuego, en la parte oeste de Cudillero; y el último es el de la Atalaya.