El Rey Carlos III se encuentra atravesando, desde hace un año exactamente, el reinado más controversial de la historia de Inglaterra. A sus 74 años se convirtió en monarca y no por abdicación de su madre, Isabel II, sino por su muerte. Pero, este camino no lo hizo solo, sino que siempre estuvo bien acompañado por la mujer más fiel de los Windsor. 

Eso sí, hay que destacar que no se trata de la Reina Camilla, quien es su confidente y, en este caso, su consorte. La persona que más acompañó al ex Príncipe de Gales es una mujer y se trata, ni más ni menos, que de la Princesa Real Ana de Reino Unido, quien nunca se ha despegado de su hermano. 

La Princesa Real Ana de Reino Unido, la mujer más fiel de la Monarquía:

Formar parte de una Casa Real no debe ser sencillo por todas las normas que esto implica. Tanto los libros de historia, como las series que adaptan este tipo de vida y mismo los miembros de cada monarquía han confesado que su vida es estrictamente dedicada a la corona. Pero, quién mejor lo ha sabido demostrar a lo largo de los años es la Princesa Real Ana del Reino Unido.

 

Nacida el 15 de agosto de 1950, Ana del Reino Unido es la segunda hija de Isabel II y Felipe de Edimburgo. Tiene a su hermano mayor, Carlos III y dos menores: Eduardo de Edimburgo y Andrés de York. Y, si bien nunca estuvo predestinada a ser reina, la Princesa siempre mostró devoción por sus tareas. Siempre fue la gran compañera de su madre, en especial cuando su padre murió. 

De hecho, el camino de la Princesa Real junto a la Reina madre se dio hasta que la terminaron de despedir en la Abadía de Westminster. Pero, tras pasar a ser "familia del rey" y dejar de ser línea directa de los monarcas, Ana nunca dudó en seguir apoyando a su hermano. Desde su asunción, pasando por su coronación y hasta en la actualidad siempre se muestra a su lado. 

Es más, a diferencia de Andrés de York es una de las miembros de la Casa Windsor que menos polémicas ha tenido, exceptuando por su divorcio en 1995. Pero, tras esto, consiguió convertirse en una aristócrata de honor y siempre fiel a sus principios poniendo, como siempre ha sido norma en la monarquía, a su casa real por delante al ser, ahora, una de las mayores confidentes del Rey.