A 35 años de las vacaciones con las que Diana y Carlos buscaron salvar su matrimonio
Durante sus visitas a Mallorca, Diana y Carlos III se sumaron al tradicional posado de los reyes españoles en Marivent. A 35 años de este viaje, lo recordamos a continuación.
Hace unos 35 años, Lady Di y Carlos III vacacionaban en familia en España y junto al rey Juan Carlos I y la reina Sofía. Al mismo tiempo, intentaban en vano reconstruir una relación que iba camino a la separación definitiva y al divorcio.
Diana y Carlos III: a 35 años de sus vacaciones en España
Las aventuras veraniegas de Lady Di y Carlos III en España comenzaron hacia 1986 y fueron motivadas por varias razones. En primer lugar, la reina Isabel II buscaba recomponer las relaciones bilaterales entre la monarquía de su país y la que encabezaban Juan Carlos I y Sofía, ya que estas se encontraban “frías” desde años antes.
Al mismo tiempo, a la monarca recientemente fallecida le importaba la lenta pero inevitable disolución que se apreciaba en el matrimonio de su hijo con Lady Di. Por esto, pensó que unas vacaciones en familia ayudarían a recomponer las cosas entre la pareja.
El destino elegido fue Mallorca y los royals se hospedaron en el Palacio de Marivent. Siempre estuvieron junto a sus hijos, los entonces pequeños príncipes William y Harry, y también contaron con la compañía de Juan Carlos I y Sofía, y de otras figuras como Felipe VI, por entonces príncipe de Asturias.
Diana, Carlos III y el fallido intento por recomponer su matrimonio en España
En total fueron 4 los veranos que Lady Di y Carlos III pasaron en España: al de 1986 le siguieron los de 1987, 1988 y 1990. Visto en retrospectiva, la relación matrimonial fue en caída libre con el correr de los mismos, pero lo cierto es que la debacle ya era evidente en aquella primera visita.
El deseo de unir a su hijo y a su entonces nuera fue tal que Isabel II decidió que estos viajaran junto a sus hijos en un mismo avión, algo que está prohibido en el protocolo real de los Windsor.
Sin embargo, una vez que llegaban a España, Lady Di y el entonces heredero al trono seguían su propio camino y vivían pocas cosas en común.
La princesa de Gales disfrutaba del mar, de las paradisíacas playas españolas y de tomar el sol en estas y en la piscina del complejo donde se quedaba. Carlos III, por su parte, se mostraba reacio a los espacios exteriores y prefería quedarse pintando paisajes en acuarela.
Ambos profundizaron sus vínculos con los monarcas españoles, en especial Diana, quien compartió varios paseos junto a Sofía y hasta llegó a jugar al tenis con Juan Carlos I.
De estas vacaciones queda el recuerdo de sus protagonistas (Lady Di habló de las mismas con su biógrafo, Andrew Morton) y también el registro de las sesiones de fotos oficiales. En estas, el contraste es evidente y la calidez propia del verano español nada puede hacer para opacar la distancia entre Carlos III y la princesa de Gales.