Así logró Camilla Parker Bowles ganarse el cariño de los británicos
Para Camilla Parker Bowles, su amor por Carlos III y el deseo de estar junto a él pudo más que todos los obstáculos que se le presentaron en el camino. Conoce qué hizo para ganarse el amor de todos.
A sus 75 años, Camilla Parker Bowles se convirtió en la reina consorte del Reino Unido. Para esto tuvo que atravesar por décadas de polémicas y de ataques contra su persona, la mayoría de las cuales se dieron por su rol de “tercera en discordia” en el matrimonio de Carlos III y Lady Di.
Camilla Parker Bowles y el triángulo amoroso con Carlos III y Lady Di
Durante muchos años, Camilla Parker Bowles fue vista como la responsable de que la relación entre el entonces príncipe Carlos y Lady Di se cayera a pedazos. Sin ir más lejos, la propia Diana se encargó de hablar públicamente al respecto, cuando en 1995 dio una entrevista en la que dijo “éramos 3 en el matrimonio”.
Se dice que Carlos III nunca estuvo enamorado de Diana y siempre tuvo presente a Camilla, su primer amor y su gran confidente desde que se conocieron.
Esto ocurrió a comienzos de los años 70, pero por entonces Camilla estaba de novia con el brigadier británico Andrew Parker Bowles, con quien se terminaría casando tiempo más tarde.
Carlos III y Camilla nunca dejaron de estar en contacto, ni siquiera cuando el hijo de Isabel II y Felipe de Edimburgo conoció a quien se convertiría en su primera esposa.
De hecho, se dice que la primera crisis entre los 3 se dio unos días antes del casamiento real, cuando Lady Di encontró unas pulseras que su novio había encargado para regalarle a su amante.
Camilla Parker Bowles: de enemiga pública a reina consorte
La inmensa popularidad y la buena imagen que tenía la princesa Diana en el pueblo británico se tradujeron de forma inevitable en lo opuesto para Camilla Parker Bowles, quien debió armarse de fuerza y perseverancia para lograr revertir la situación.
El peor momento para la actual reina llegó precisamente con el accidente que acabó con la vida de Lady Di. Entonces, la Familia Real británica decidió que lo más apropiado era alejar por un tiempo de la escena pública la nueva relación del príncipe heredero.
Carlos III y la monarquía británica idearon un plan para recomponer de a poco la imagen de Camilla, y lo fueron implementando con el correr de los años. Tal es así que ambos recién pudieron casarse en segundas nupcias en el 2005, a una década de sus respectivos divorcios.
La aceptación por parte de los príncipes William y Harry también ayudó a que Camilla comenzara a ser bien vista por el pueblo británico. Si bien ahora la acusa de filtrar información de la familia a la prensa, el menor de los hermanos en su momento declaró favorablemente cuando le preguntaron por su madrastra.
Para finalizar, la aprobación final la dio nada más y nada menos que la propia Isabel II, quien meses antes de morir expresó que su deseo era que Camilla sea conocida como reina consorte del Reino Unido y no como princesa, tal como se especuló durante años que sucedería.