Opinión

No te hagas el gourmet

El sentir gastronómico de los consumidores locales se mide por algunos platos simples. Primero compre, luego despotrique.

Federico Lancia
Federico Lancia sábado, 25 de marzo de 2023 · 07:00 hs
No te hagas el gourmet
La comida preferida de los mendocinos Foto: Pexels

Algunos decían que los grandes artistas nacionales venían a probarse primero a Mendoza, o que algunas cadenas de grandes supermercados primero se instalaron en esa plaza, para ver cómo les iba. Todo basado en esa teoría de que el mendocino es un público “difícil”. 

Muchos le atribuyen esa tozudez a que es un montañés cerrado que no le gusta socializar y que resulta difícil sacarlo de su lugar de comodidad. La verdad es que son pocos los mendocinos que viven en la “Montaña”. La mayoría estamos a más de 50 kilómetros de ella. 

Pienso que estamos bien lejos de esas excusas o categorías de público difícil. Son más bien justificaciones que demuestran que aún es una sociedad conservadora, en la que resulta muy complicado romper ciertos parámetros. 

Pasa con todo, desde la política o la religión (veamos lo que pasó esta semana en la Universidad Nacional de Cuyo con una muestra de arte) y también con la gastronomía y el vino

El lomo sagrado

Cierto que un buen lomito es digno de admiración. Gran plato de la gastronomía cuyana, tanto como la tonada o la jarilla. De hecho nuestros hermanos sanjuaninos no ocultan su amor por ese trozo de novillo abrazado por dos suaves lonjas de pan del cielo, con todas sus variaciones.

El Lomo como eje de todo. Foto: gentileza.

Pero los mendocinos sentimos que estamos para más que eso. Vamos más allá del Lomo con papas. "Hemos dado el salto", decimos convencidos. Pero cuando las papas queman, cuando no queremos fallar y no ser abofeteados por la comida gourmet, volvemos a él, como cuando buscamos refugio en nuestros padres. 

Es el lomito el santo grial de la gastronomía mendocina y todo lo que suceda será medido en relación a este ser de luz. Cada propuesta nueva, cada comida de tendencia, cada nuevo sabor del mundo que se instala son puestos en el banquillo de los acusados frente este plato emblema del oasis productivo. 

No pierdas tiempo

Por lo cual, en muchas ocasiones, enarbolarse detrás de la bandera de que somos una capital gastronómica puede ser muy bonito y alentador, pero la realidad es que cada una de esas propuestas tiene que rendir examen con lo local, y la verdad que por lo que se ve, aún estamos frente a un profesor bastante jodido. 

Lo hemos dicho hasta el cansancio en estos espacios: las propuestas de las bodegas son caras para los locales, algunos concurrieron cuando tuvieron que bajar los precios por la pandemia, pero sigo teniendo algunas dudas de cuánto los locales “bancamos” este producto venerado por foráneos. 

Quizá la palabra sea “desconfianza”. Los locales somos tipos bastante desconfiados con las cosas que nos sacan de nuestro cómodo lugar. Y en eso las opciones y las propuestas que se hacen desde las bodegas tienen una relativa demanda, siempre  comparando sus atributos con la ruta del lomito. 

Es muy probable que el lomo haya cursado en tiempos pasados esa mirada despectiva, socarrona y de desprestigio con la que mira el local algunas grandes propuestas actuales vinculadas al vino y la gastronomía

Quizá estemos en esa etapa de “juira bicho” del montañés que vive lejos de la montaña. Quizá algún día tengamos una verdadera ruta de la gastronomía y el vino, también de los mendocinos. Pronto lo sabremos. 

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