Lo que hay que tener en cuenta este verano para comprar gafas de sol
Hablar de gafas de sol es hablar de verano y salud. Para conocer cuáles son los lentes adecuados y tendencias, charlamos con un diseñador especializado en estos complementos infaltables.
Aunque debemos usar gafas de sol durante todo el año, la mayoría suele hacerlo solo en verano. Ya sea por la mayor cantidad de horas de luz o la exposición solar, la población recurre a invertir en lentes que les permitan cuidar su vista en la piscina, playa o jornadas de actividades al aire libre. Sin embargo, muchos no conocen qué es lo que necesitan y optan por comprar lo primero que encuentran.
La realidad es que son un ítem al cual se le debe prestar mucha atención para invertir en lo adecuado a tus necesidades. Para saber un poco más acerca de este tradicional tópico de verano, hablamos con Nicolás Schirmer, CEO y fundador de Hardem Eyewear.
En primer lugar, lo que remarca el creador de gafas de sol, es que estos complementos deben sí o sí cumplir con dos requisitos: "100% polarizados y con protección UV400, con el fin de que la mirada esté siempre protegida de los rayos de sol dañinos y molestos". Nicolás remarca que esto suele suceder con mayor potencia "cuando la luz cae en determinadas superficies (como el agua, la calle mojada, la nieve o incluso edificios), tiende a reflejarse y dispersarse en múltiples direcciones, lo que genera deslumbramiento, que muchas veces dificulta la visión y causa cansancio visual".
Para poder evitar esas situaciones, el polarizado de los lentes es fundamental según Schirmer, ya que "contienen una película que bloquea selectivamente estas ondas de luz que ingresan al ojo de forma dispersa y en una dirección horizontal, permitiendo que se genere un equilibrio: se reduce el deslumbramiento y mejora el contraste, resultando en una visión más clara y cómoda".
Pero, ¿cómo nos damos cuenta que las gafas de sol que nos gustan son las correctas? Aparte de consultar acerca del polarizado y la protección, debemos sumar el color de los cristales. Aunque pueda creerse que esto no tiene incidencia en la calidad de los lentes, la realidad es que es un ítem que debe definirse acorde a nuestras actividades o situaciones en las que usaremos gafas este verano.
Nicolás Schirmer nos lo explica claramente: "el gris y el sepia reducen el brillo causado por la luz solar intensa, brindando un mayor confort visual. El verde, en cambio, es ideal para las actividades al aire libre, ya que logra un alto contraste y agudeza visual, mientras que el amarillo aumenta la profunidad de campo, generando alta luminosidad, y haciéndolo ideal para días nublados o para usar durante la noche (especialmente al momento de manejo nocturno)".
"Tanto el naranja como el rosa reducen la fatiga visual y son recomendados para exposiciones prolongadas de sol que sean de baja intensidad, especialmente durante el invierno. Y los cristales de color celeste y violeta pueden ayudar a reducir el deslumbramiento causado por la resolana, en días parcialmente (o totalmente) nublados; así como también es beneficioso para realizar deportes, por ejemplo, en la nieve".
Por ende, no solo es predominante el diseño en sí y sus cuidados, sino también el color de cristales que seleccionarás. Si estarás mucho tiempo bajo el sol, lo recomendable es que optes por colores más oscuros, mientras que sí solo pasarás algunos minutos de exposición, puedes optar por cristales de colores claros.
En resumen: nunca te dejes llevar por el aspecto de unas gafas de sol. Durante el verano, la salud de nuestros ojos es primordial y debemos conseguir aquello que nos hace bien. Si además nos gusta el diseño, ¡ya ganamos!
*Gracias a Nicolás Schirmer por el tiempo y la predisposición para realizar esta nota.