El lugar donde se comen los mejores sandwich de milanesa del país

El sandwich de milanesa es para muchos el plato más representativo de los argentinos. La combinación deleita los paladares de muchos comensales y llama la atención de los turistas que llegan hasta este país en busca de gastronomía típica. Es por eso, que el famoso "sanguche de milanga" tiene una fiesta que lo celebra, en la cual aseguran que se comen los mejores del país y a un precio muy accesible.

Desde el 2013 se conmemora, cada 18 de marzo, el Día del Sandwich de Milanesa para conmemorar a José Norberto Leguizamón, dueño de “Chacho”, una popular sandwichería de Tucumán, provincia considerada la capital de este popular plato argentino.

Siguiendo esta línea, en 2022 se comienza a celebrar la Fiesta Nacional del Sandwich de Milanesa, uno de los eventos más esperados de los fanáticos y hacedores gastronómicos de este sandwich. El evento se realizará en la Sociedad Rural de Tucumán, durante el fin de semana largo de octubre (del 13 al 16 de octubre) y tendrá más de 40 stands de emprendimientos de las distintas regiones del país en las cuales se podrá probar esta delicia argenta.

Además, durante el evento competirán locales gastronómicos de todo Tucumán y se elegirá a la "Mejor sanguchería del año"; en donde por supuesto se hace el manjar que combina milanesa entre dos panes. 

Las entradas para la Fiesta Nacional de la Milanesa ya están a la venta y se encuentran disponibles en el sitio web del Ministerio de Turismo en Tucumán. Los precios de los tickets arrancan en $ 1.500, Combo Familia a $ 3.000, "Combo Amigos" a $ 4.500 y VIP por $ 8.000.

Un monumento al sandwich de mila

Es tal la fama del sandwich de milanesa de Tucumán que hasta tuvo su propio monumento, el cual fue realizado por el artista Sandro Pereira, en el 2001. Luego, lo compró Eduardo Costantini, dueño del Malba.

Por ello en 2015 se realizó una réplica del original que fue emplazada en la esquina de Mate de Luna y Pellegrini, en San Miguel de Tucumán. La obra representaba a una persona de 2,20 metros de altura y de 1,80 de ancho, toda pintada de blanco, salvo el sandwich de milanesa, de color, que sostenía con sus manos. Pese a que fue muy querida por los tucumanos y que los turistas sacaban miles de fotos allí, la misma fue vandalizada y se quitó del lugar.

Ahora, el pueblo de Tucumán espera tener nuevamente una escultura que destaque su pasión por este famoso sandwich argentino.