El auto que perteneció a Lady Di y que hoy es subastado por una fortuna

Una de las pasiones ocultas de Lady Di eran los coches, los cuales manejaba ella misma mientras que su guardia de seguridad iba en el asiento del copiloto. Uno de sus vehículos fue subastado por la casa Silverstone Auction hace varias semanas el cual se encuentra en perfectas condiciones y que fue comprado por un británico millonario por una suma superior a los $800.000 dólares.

Se trata de un Ford Escort RS Turbo Serie 1 de color negro el cual tiene dos puertas y que llegó a manejar cuando sus hijos eran muy pequeños. "Un coche antiguo absolutamente perfecto como el suyo está valorado en unos $46.000 dólares hoy en día, así que la prima para las celebridades fue realmente fuerte en esta venta", contó el experto en coches, Brett Berk, a AD.

El comprador, de quien no se sabe el nombre, desembolsó una suma de $850.000 dólares exactamente (incluyendo una prima del 12.5% para el comprador) y llamó mucho el interés porque la realeza maneja firmas como Rolls Royce y Mercedes Benz. "Así que ofrecer el mejor ejemplo de un coche deportivo de clase trabajadora con esta procedencia es quizás único y, por tanto, muy emocionante", dijo Arwel Richards, especialista en coches clásicos, en un comunicado.

Algunas de las características del Ford Escort es que tiene cinco rejillas en lugar de tres y era un coche que se fabricaba en color blanco, por lo cual el de Lady Di era único en su estilo. Según se reveló, la princesa de Gales quería tanto este auto que la división de protección de la realeza de la Policía Metropolitana de Londres pidió a la marca estadounidense que lo fabricara en negro para que sea más discreto.

Si bien se mantiene intacto, tuvieron que hacer unos ajustes para que sea más seguro hoy en día: se añadió una radio en la guantera y un espejo retrovisor adicional. Silverstone Auction también comunicó que tiene 40.000 kilómetros y que Lady Di lo utilizó de 1995 a 1998 principalmente para pasear por Chelsea y Kensington. 

La princesa de Gales fue fanática de los coches desde muy temprana edad, incluso cuando se comprometió con el rey Carlos III a los 20 años ya se la veía manejar un pequeño auto color rojo. El último que tuvo antes de morir, en 1997, fue un Mercedes Benz 500 SL descapotable de color granate, una compra que Isabel II rechazó totalmente por ser una empresa alemana.