Tiene una explicación

Por qué puede ser riesgoso hacer montoncitos de piedra en la playa o montaña

Montar pequeñas piedras una sobre otra suele ser una práctica relajante. Sin embargo, científicos aseguran que es una moda que puede traer consecuencias.

MDZ Trip martes, 17 de enero de 2023 · 04:02 hs
Por qué puede ser riesgoso hacer montoncitos de piedra en la playa o montaña
Apilar piedras para muchos es una práctica que los relaja Foto: Shutterstock

¿Quién alguna vez no aprovechó el tiempo libre en un viaje, escapada o vacaciones, y dedico algunos minutos o hasta horas a apilar una piedra sobre otra? Si bien para muchos esta moda puede ser inofensiva y hasta verse pintoresca en una foto, puede tener consecuencias. La próxima vez dudarás de hacerlo.

Es común al viajar encontrarse con montículos de piedra en la montaña, a la orilla de los ríos o en la playa. Si bien puede ser muy relajante y hasta una práctica meditativa o contemplativa, hacer pircas, como se las llama en Argentina, o apachetas, así les dicen en México, tiene riesgos detrás, según advierten los científicos.

En la antigüedad las pilas de piedras tenían un significado espiritual, luego se utilizó por las civilizaciones antiguas como construcciones, las viviendas eran rústicas y de piedra bajas, también se usaron estos montones para indicar el camino o señalizar algún punto importante en un sendero. 

Sin embargo, los investigadores ahora aseguran que estas esculturas de piedra que desafían el equilibrio han dejado de ser inocua debido a su masividad. Es por ello que la próxima vez que viajes y decidas apilar piedras lo pensarás dos veces.

Hacer montoncitos de piedras tiene consecuencias en el destino que visitas. Foto: Shuttersotck

Según investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), "las piedras en el suelo tienen múltiples funciones que resultan esenciales para el funcionamiento de muchos ecosistemas. Con las modas absurdas y el incremento de turistas, los montículos de piedras han invadido valles y sierras, playas y orillas, costas y cumbres".

Carles Castell Puig, uno de los investigadores del Creaf explica que las piedras son esenciales en la naturaleza, en especial en los ecosistemas que tienen condiciones extremas: sequía, salinidad, viento, erosión. "En estos lugares, las piedras retienen la humedad del suelo, favorecen la germinación de las semillas y el enraizamiento de las plantas, aportan pequeños espacios de sombra y constituyen un refugio y cobijo imprescindibles, especialmente durante el día, para muchas especies de invertebrados", explica.

Para construir estas montañitas se mueven piedras que comienzan generando procesos erosivos y terminan afectando a la vegetación y a la fauna asociada. Las plantas quedan desprotegidas, en ocasiones con las raíces a la intemperie; y algunas especies, como las lagartijas, que las utilizan para hacer frente a las inclemencias del tiempo, encuentran sus refugios arruinados y su fuente de alimentos escasea.

Esta práctica no se trata de acciones puntuales y aisladas en la playa o alguna montaña, sino de una transformación de espacios que se ha vuelto viral. En las redes los visitantes suben fotos con las torres de piedras, lo que lleva a otros a imitarlos; además, ejercen un efecto reclamo, cuando los recién llegados las ven en un lugar tienden a construir las suyas.

Es común al viajar a sitios naturales o áreas protegidas encontrarse con señalética que indica que está prohibido cortar algún ejemplar de la flora, llevarse una piedra, un caracol o un fósil. Ahora también, se ha comenzado a incluir carteles que solicitan evitar hace montones de piedras por el riesgo en los ecosistemas que tiene esta práctica que es cada vez más masiva. Es por ello, que los ecologistas recuerdan la importancia de visitar los destinos naturales dejando el mínimo de huella posible, para preservar los ecosistemas de cada lugar. 

"Cuando llegamos nosotros y tenemos la ocurrencia de arramblar con las piedras y apilarlas artísticamente no ayudamos precisamente a la conservación del espacio, ya que transformamos totalmente el hábitat natural", advierte Castell.

 

 

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