Tres reglas que no pueden faltar en una boda real

Todo lo que gire alrededor de una monarquía debe tener sus reglas, protocolos y la aprobación del soberano del país. En cuanto a los casamientos, cada cultura es diferente y la Corona Británica siempre se destacó por cumplir las reglas en esa fecha especial que termina con un saludo en el balcón del palacio de Buckingham.

Si bien casa boda real es única, si se analiza en detalle todas ellas tienen características en común: Lady Di con el príncipe Carlos en 1981; Sarah Ferguson y Andrés de York en 1986; Kate Middleton y el príncipe William en 2010; Meghan Markle y el príncipe Harry en 2018; y Eugenia de York con Jack Brooksbank también en 2018, por mencionar algunas.

Algunas de las diferencias de "importancias" tienen que ver con la sucesión a la Corona. El casamiento de Carlos de Gales con Diana tuvo una gran notoriedad por ser quien reemplazará a Isabel II en el trono, al igual que el de los Duques de Cambridge, Kate y William, y, en consecuencia, ambas fechas fueron consideradas día de fiesta nacional en el Reino Unido.

Tres reglas de cualquier boda real británica

El mirto para el ramo de novias

La tradición, ya sea de la realeza o no, indica que las novias deben entrar a la Iglesia con un ramo de flores, por lo general blancas. Las mujeres de la Corona británica deben utilizar la flor de mirto, ya que esta simboliza el amor eterno y los sentimientos verdaderos.

En la Grecia Clásica, el mirto estaba asociado a la diosa Venus o Afrodita que simbolizaban tanto la fecundidad como la fidelidad. El catolicismo continúa utilizando esta flor como ofrenda de pureza y fidelidad, para coronar a los nuevos cristianos en épocas tempranas o representando a la Virgen con una rama en señal de virginidad.

El ramo que utilizó Meghan Markle para su boda tuvo un detalle muy especial. Si bien la flor principal fue el mirto, el ramo estuvo combinado con jazmín, astilbe, astrantia, lirios del valle y nomeolvides, la flor favorita de Lady Di y que el mismo príncipe Harry recogió del jardín privado del palacio de Kensington donde vivió su madre.

Las novias deben usar tiaras

La reina Isabel II tiene una de las colecciones de joyas más grandes del mundo, las cuales les presta a las integrantes de su familia para los momentos importantes. Es obligatorio que todas las novias usen tiaras para su boda, motivo por el que les presenta su colección y ellas pueden elegir la que quieran.

Eugenia de York lució la tiara Greville Emerald Kokoshnik, que tiene una esmeralda muy grande más otras pequeñas alrededor, elaborada en 1919 para la dama de la alta sociedad Margaret Greville. Cuando la mujer falleció pasó a manos de la reina Madre, Isabel Bowes Lyon, por lo que más tarde pasó a ser una de las joyas de Isabel II.

Kate Middleton eligió la Halo Cartier de 739 diamantes de corte brillante y otros 149 de talla baguette, una tiara que le regalaron a Isabel II cuando cumplió 18 años. Por su lado, Lady Di utilizó una tiara de la colección de su propia familia, los Spencer, creada en 1937 con diversas piezas de joyería.

Las invitadas deben usar fascinators

El fascinator, ese pequeño tocado o adorno que se lleva en la cabeza, es una pieza de sombrerería femenina y suelen tener un diseño decorativo grande sujeto a una banda o clip. Si bien es obligatorio para las mujeres llevarlo en las bodas reales, hoy muchas celebridades que también apuestan por este accesorio como la diseñadora Victoria Beckham.

En la boda del príncipe Wlilliam y Kate Middleton, Beatriz de York lució una pieza diseñada por el sombrerero irlandés Philip Treacy. La forma inusual y el color causaron bastante revuelo y se convirtió en fenómeno de internet con su propia página de Facebook. Por este motivo, la Princesa lo subastó eBay y donó los $99.000 euros recaudados a la caridad.

¿Conocías todas estas reglas que deben seguirse en las bodas de la realeza británica?