El pueblo turístico pegado al mar ideal para los que buscan tranquilidad

Las villas o pueblos turísticos donde reina la tranquilidad y el silencio son las estrellas de los últimos meses. Si a estos destinos les sumamos mar, se convierten en un imperdible que muchos argentinos quieren conocer.

Este destino es conocido como "el paraíso del pescador". Bahía San Blas es, junto a Los Pocitos, uno de los dos pueblos turísticos del partido de Patagones, provincia de Buenos Aires.

Ubicada sobre la Isla del Jabalí y a unos 100 Km de Carmen de Patagones, se encuentra la localidad de Bahía San Blas, destino que ha sabido posicionarse a lo largo de los años, llegando a conformar actualmente uno de los escenarios más valorados para la pesca deportiva nacional.

Además, sus bondades paisajísticas se complementan con la tranquilidad y calidez de su gente, por lo que ofrece un sitio único para una escapada.

Reserva Natural

La región, comprendida por la Bahía de San Blas, es en realidad un humedal de unas 16.000 hectáreas compuestas por un conjunto de islas, entre las que se encuentran: la Isla de los Cesares, la del Sur, Flamenco, Gama, la Isla del Jabalí, y otras menores. Toda esta zona fue declarada Reserva Natural de Uso Múltiple por la Ley Provincial N° 12.788.

El clima patagónico, considerablemente seco y ventoso, caracteriza el ambiente del lugar.

Historia de la Bahía de San Blas

En San Blas su propuesta turística de base comunitaria incluye circuitos por sitios históricos y espacios gastronómicos tradicionales que ofrecen platos elaborados con productos de mar. Uno de los imperdibles del lugar son las caravanas que van desde Bahía San Blas a Los Pocitos, con relatos sobre la historia del municipio, y que concluyen en la visita guiada a la planta de ostras, donde se pueden degustar los productos. 

Un sitio empapado de historia, esta bahía albergó un solitario destacamento militar de principios de siglo; posteriormente y, al igual que en Carmen de Patagones, las fuerzas del Imperio Brasilero intentaron tomar estas tierras, aunque no lo lograron.

Por otro lado, las desoladas tierras de la bahía también fueron un refugio estratégico para los corsarios que navegaron sobre estos mares. De aquella época se desprenden una gran cantidad de leyendas e historias.

Un imperdible en Bahía San Blas son las visitas guiadas a la Capilla Wasserman.

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