La increíble decoración del castillo de Windsor para su primera Navidad sin la reina Isabel II
El último hogar de la difunta reina Isabel II se prepara para recibir la Navidad y en esta nota te contamos todos los detalles. Aunque ya no esté físicamente la monarca, la familia real decidió mantener la tradición.
Los empleados de la casa real británica han estado muy ocupados con la decoración del Castillo de Windsor, residencia donde la reina Isabel II pasó su última Navidad.
El equipo de diseñadores de interiores de la Corona ha engalanado los pasillos con guirnaldas y decoró los árboles navideños, una tradición que permite que los ciudadanos se empapen con la magia del castillo en esta época de celebraciones.
Una exposición real
Las decoraciones navideñas del Castillo de Windsor estarán disponibles hasta el próximo 2 de enero, lo que le permitirá a los aficionados de la realeza británica visitarla durante varias semanas.
El salón Carmesí, el cual la reina utilizaba para reuniones privadas, alberga ahora un hermoso y enorme árbol de Navidad decorado con bolas púrpuras y rosas, guirnaldas luminosas y un tradicional ángel en su copa.

La gran escalinata, encargada de recibir a los invitados apenas entran, está decorada con coronas navideñas, mientras que la Cámara Waterloo ostenta opulentos arreglos de hojas. El Salón San Jorge, donde el príncipe Harry y Meghan Markle presentaron a la prensa a su hijo Archie, también cuenta con un bellísimo árbol navideño, aunque este es el más alto de todo el castillo con seis metros de alto, para ser exactos.

Esta fecha resulta especialmente conmovedora para todos aquellos que acompañaron a la reina Isabel II en sus últimos días, ya que el castillo es el lugar donde la monarca se refugió tras trasladarse allí al inicio de la pandemia por el covid-19.

La Navidad de Carlos III
El flamante rey Carlos III tiene previsto romper con las tradiciones navideñas que instauró su madre, la reina Isabel II. Si bien la familia real celebrará la Navidad en Sandringham, Norfolk, continuando la tradición de su difunta monarca, las festividades serán menos formales de lo habitual.

Para empezar, el nuevo rey no reunirá a toda la familia real para ver el discurso de Navidad por televisión, sino que dejará que cada uno de ellos se concentre en recordar sus momentos más felices con la reina.
Lo bueno, es que los cambios de Carlos III no suponen un alejamiento por completo de las tradiciones, ya que la realeza asistirá al servicio en la iglesia St. Mary Magdalene antes de regresar a casa para la cena de Navidad.