Creme Brulée: la historia y el paso a paso de la receta francesa más dulce y exquisita

Hay recetas que son para deleitarse. El Creme Brulée es un postre que simplemente irradia placer, refinamiento y sencillez. A primera vista, parecería ser el postre francés por excelencia. Después de todo, su nombre francés para describir a la "crema quemada" lo convierte en una delicia de otro planeta.

Los verdaderos orígenes de la Creme Brulée no son sencillos. De hecho, Francia, Inglaterra y España han afirmado ser el país en donde nació esta delicia. Una batalla de años que vamos a intentar resolver.
 

¿De qué país es el Creme Brulée?

La famosa Crema Catalana de España tiene sus orígenes en la época medieval. Esto colocaría su nacimiento entre los siglos V y XV, aunque no hay mucha información al respecto. Fue desde ahí que rápidamente se extendió por toda Europa, lo que dificulta identificar la primera Creme Brulée.

Algunas recetas inglesas del siglo XV hablan de algo muy similar a lo que hoy conocemos como la Creme Brulée. Su origen se remonta a la temporada de primavera, época en donde la leche era especialmente más rica, y se aprovechaba para preparar una natilla endulzada estacionalmente en esos días abundantes. 

La capa de azúcar tan icónica de este postre se dice que se sumó años más tarde en el Trinity College de Cambridge, donde a un estudiante se le atribuye la idea de convertir el escudo de la escuela en una costra de caramelo. Se llama Cambridge Cream o Trinity Cream y ha sido un elemento básico en el menú de la escuela desde entonces.

A partir de 1691 comienzan a aparecer recetas de Creme Brulée en los libros de cocina franceses. Con la gran diferencia que en lugar de quemar el azúcar directamente sobre las natillas, colocaban encima un disco de azúcar caramelizado. Una diferencia con respecto a la forma en la cual se hace actualmente.

¿Cómo preparar un Creme Brulée?

Ingredientes

• 625 cc de crema o leche
• Esencia de vainilla
• 8 yemas
• 6 cucharadas de azúcar 
• Azúcar extra para el flambeado

Preparación

1. Lo primero que tienes que hacer es colocar medio litro de crema o leche en una olla junto con la esencia de vainilla y llevarla a la estufa para calentarla.
2. Mientras tanto, en un recipiente ve mezclando las yemas con el azúcar y cuando estén incorporados agrega la crema restante. Después, con mucho cuidado y sin dejar de batir, debes de ir incorporando la crema caliente a la mezcla de las yemas.
3. TIP: si no tienes mucha experiencia lo mejor es que alguien te de una mano para que este paso sea más fácil y evitar accidentes.
4. Una vez que hayas logrado formar una mezcla homogénea tienes que dividirla en seis cazuelas aptas para horno. Estas las debes de colocar sobre una charola con agua y llevarlas al horno a 180° durante unos 25 minutos. 
5. Cuando ya se haya cumplido el tiempo, saca la charola y deja todo enfriarse tal y como esta. Luego, lleva las cazuelas por varias horas al refrigerador, lo ideal es sacarlas cuando ya se vayan a comer.
6. Llevar a la mesa, espolvorear con azúcar y quemar la superficie con un mechero de cocina para lograr que se forme la costra dura de caramelo.

Si quieres otra alternativa, puedes intentar preparar esta Creme Brulée de Paulina Abascal que no necesita horno:

Después cuéntanos en los comentarios cómo te quedó esta deliciosa receta. 

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