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Rumbo al 27 de octubre: cinco ruedas en juego y tres dudas clave sin despejar

Cinco días clave separan al mercado de las urnas. Entre cotizaciones, cierres de campaña y operaciones políticas, se define no solo el rumbo electoral, sino también si Javier Milei podrá avanzar con reformas estructurales.

Javier Milei y Luis Caputo junto a Donald Trump
Cuenta de X @OPRArgentina

Cinco ruedas. Cinco jornadas. Cinco días de cotizaciones de dólares, bonos, acciones, de aquí y de Nueva York, se vivirán entre este lunes y las elecciones del próximo domingo, cuando se renovará la mitad de las bancas en la Cámara de Diputados y un tercio del Senado; y de saber si Javier Milei tendrá, o no, los votos suficientes para ver si podrá avanzar en cambios estructurales como aprobar los Presupuestos del 2026 y 2027, las reformas impositivas, previsionales y laborales (en ese orden) y, eventualmente, una modificación seria, profunda y duradera de la carta organiza del Banco Central.

Para esto, el Gobierno y sus aliados deberán tener un resultado positivo y casi exultante. El segundo escenario es la posibilidad de lograr la suficiente cantidad de votos como para frenar las leyes que obligan a vetos y luego a ratificaciones de leyes que frenan esos vetos.

Esto es lo que se debatirá esta semana de cierres de campañas y promesas electorales, todo mezclado de carpetazos varios de todo tipo color y profundidad.

La gran novedad de estos tiempos es la intervención del Tesoro de los Estados Unidos en el mercado cambiario argentino, a través de visitas médicas de ventas de dólares de entre 100 y 200 millones que ya tuvo dos capítulos por un total estimado de entre 400 y 500 millones de dólares en total; dinero que terminó en pesos en la caja de ahorro del gobierno de Washington, plata que, seguramente, el Tesoro que maneja Scott Bessent deberá pasar a pérdida y que humildemente demostró que, al menos durante dos jornadas, de alguna manera se podría hablar de una legendaria victoria a priori de los bancos, fondos de inversión y hasta el cuevero del barrio, por arriba del soberbio Tesoro, el ministerio de economía más famoso, poderoso y potente del mundo.

Se sabe que esta batalla no puede durar por siempre y que en algún momento desde el Palacio de Hacienda, Washington y Nueva york deberían vencer en la pulseada. En definitiva, es una cuestión de poder de fuego. Pero en el fondo, aquí lo que se está jugando es si el mercado local confía o no en el valor de la divisa para después de las elecciones y no confía en que el 27 las fuerzas del cielo, sumadas a las de Washington, puedan sostener el esquema de bandas cambiarias.

Para conocer de que se trata esta batalla, es importante repasar lo que sucedió el jueves de la semana pasada. Ese día se vivió una jornada vibrante y para la historia, por primera vez desde que comenzó a ejecutarse el plan de salvataje de los Estados Unidos a la Argentina, a través de la intervención del Tesoro en el mercado cambiario. El 16 de octubre las fuerzas locales (que no son las del Cielo) enfrentaron la embestida desde Washington, y compraron dólares al mismo tiempo en que desde los Estados Unidos se compraban pesos.

Se especuló con que el Tesoro compró ese jueves 16 unos 100 millones de pesos, operación que se realizó desde Nueva York a través del Citi, que al cierre de esa rueda informó a sus clientes lo siguiente: "Acabamos de ejecutar operaciones al contado de USD/ARS en nombre del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en el mercado local". No obstante, el dólar mayorista volvió a subir ese día, igual que lo ocurrido en la rueda anterior. El tipo de cambio comercial ganó 22 pesos o un 1,6% este jueves, a $1.402 para la venta, el precio más alto desde el jueves 9, justamente cuando inició la intervención directa de la administración de Donald Trump en la plaza local. Finalmente la semana terminaría en los 1.475 pesos, muy lejos de los 1.380 de valor pensado desde el Gobierno para cierre de la versión Banco Nación.

Hubo por primera vez una decisión de los tenedores de pesos de desafiar la intervención del Tesoro de los Estados Unidos, de la misma manera que hasta el jueves de la semana pasada se desafiaba al Tesoro, pero argentino. La embestida criolla contra los dólares de Estado Unidos vino un día después que el Ministerio de Economía decidiera liberar unos 1.400 millones de dólares en pesos, en una licitación de letras del Tesoro (la última antes de las elecciones del domingo), al no querer el Palacio de Hacienda convalidar una nueva suba en las tasas de interés, tal como presionaba el mercado.

Economía se felicitó por esa decisión; sin embargo, un día después, parte de ese dinero fue el que desafió al Tesoro el jueves 16, con una resonante victoria para los locales llevando la divisa muy por arriba del límite psicológico de los 1.400 pesos, incluso muy cerca del tope de gama de los 1.490 pesos, fijado en el esquema de bandas negociado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Lo que los irredentes mercados locales están dejando en claro, supera las estrategias de Hacienda y Washington; y se resume en tres preguntas concretas y de muy difícil respuesta: no habrá paz hasta no conocer los resultados electorales del 26. Hasta que no se sepa si el 27 se sostiene (y cómo) la política cambiaria. Y, finalmente, hasta que no se despejen las dudas sobre cómo se instrumentará la activación del swap por unos US$20.000 millones que el Gobierno norteamericano asegura, se pondrán a disposición de la Argentina con un único objetivo simple, claro y concreto: que el país no caiga en default entre el 2026 y el 2027.

Según lo negociado, divulgado, pero no confirmado, Estados Unidos sería a disposición del país en alguna cuenta del Tesoro argentino en el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se activará cada vez que llegue un vencimiento importante de los bonares y globales y, también, los bopreales.

Los dólares que pondrá a disposición del Gobierno norteamericano a través de los DEGs del Fondo Monetario Internacional (FMI), se activarán y podrán a disposición del país días antes de concretar los pagos correspondientes al 9 de enero y 9 de julio del 2026 y 2027: serían unos 4.224 millones en el primer caso, y otros 4.213 en el segundo. En total, US$8.437 millones que se replican en ambos períodos sumando finalmente 16.874 millones. A este dinero hay que sumar 1.005 millones de Bopreales (bonos emitidos para cancelar la deuda con los importadores incurrida durante el gobierno de Alberto Fernández) en febrero y otros 1.028 millones en mayo, con un total de 2.033 millones de dólares, en ambos casos sólo para el ejercicio 2025. Los dos capítulos suman US$18.907 millones, unos US$1.093 millones menos que el dinero que los US$20.000 comprometidos en la ayuda de Estados Unidos y el FMI.