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PSJ: cuál será el impacto económico del proyecto de cobre ubicado en Uspallata

Con la audiencia pública de PSJ Cobre Mendocino que se realizará este sábado se espera la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental que dará inicio a una millonaria etapa de inversión.

El sábado es la audiencia pública por el proyecto San Jorge Cobre Mendocino.

El sábado es la audiencia pública por el proyecto San Jorge Cobre Mendocino.

Este sábado, el proyecto minero PSJ Cobre Mendocino (PSJ), ubicado en Uspallata, tendrá una de sus etapas fundamentales, la audiencia pública. Este espacio es parte del proceso de evaluación ambiental del Informe de Impacto Ambiental (IIA), una etapa previa y necesaria que en caso de resultar positiva dará curso a una millonaria inversión que promete crear miles de puestos de trabajo en la provincia en los próximos años.

De acuerdo a la información pública aportada por PSJ Cobre Mendocino, el yacimiento ubicado en el cerro San Jorge, en la Estancia Yalguaraz, tendrá una inversión inicial de US$ 559 millones que se desembolsarían todo junto en 24 meses para su construcción y puesta en marcha.

De este monto, US$15 millones se invertirán de forma inmediata en los primeros 12 meses posteriores a la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). La fase de construcción se estima entre 18 y 24 meses, y se proyecta un costo operacional (Opex) de US$120 millones por año. En tanto, el beneficio fiscal sería de US$ 1.315 millones en total.

Descubierto en la década del ‘60, hasta el día de hoy siete empresas han hecho diversas tareas de exploración y desarrollo en el yacimiento, con US$ 62 millones invertidos hasta la fecha.

Dudas y certezas sobre las inversiones en PSJ

De acuerdo a la opinión de Nicolás Aroma, director del Centro de Economía y Finanzas Mendoza, el proyecto ubicado en Uspallata promete un importante impacto en la economía mendocina. “Propone tener un beneficio o un impacto económico importante en una economía de Mendoza que realmente viene muy estancada o en una etapa de depresión económica, porque ya es una tendencia que, después de diez años, no solamente se mantiene en un promedio anual, ya bajó del promedio anual del 0% para tener un número negativo, es decir, cada vez la torta de la economía provincial es más chica”, sostuvo.

“Este proyecto se ve como una luz, con la posibilidad de generar más de 1.000 empleos, y es una inversión importante que superaría los US$ 500 millones, lo que implica un porcentaje importante del Producto Bruto Geográfico de la provincia”, sumó Aroma, quien también es asesor del Partido Justicialista.

Sin embargo, en caso de conseguir todos los avales para comenzar a desarrollarse, PSJ Cobre Mendocino todavía supone algunos interrogantes: “Un dato a tener en cuenta y a seguir de cerca es si entra finalmente en el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), porque si esto es así, hay que ver cómo empieza a recuperar el Estado todas las inversiones a nivel de impuestos. Hay que recordar que el RIGI justamente propone un régimen muy flexible para el no pago de impuestos. Hay que ver definitivamente si esto se termina aprobando o no y cómo impactan los impuestos provinciales”, advirtió.

“Es un proyecto anterior a la aprobación de este régimen, por lo que habrá que esperar a que se apruebe o no para ver cómo sigue, porque es una inversión que iba a hacerse de antemano”, sumó Aroma.

Efecto derrame

Guillermo Pensado, titular de la Cámara Mendocina de Empresas Mineras (Camem), por su parte, hizo foco en los “encadenamientos de valor” que permiten el desarrollo minero. “Normalmente se toma que por cada empleo directo que genera la minería en la fase de construcción, hay entre tres o cuatro empleos indirectos. Estamos hablando de casi 4.000 personas asociadas directa o indirectamente al proyecto”, sostuvo.

El geólogo y empresario minero hizo foco en que la mayoría de los profesionales y mano de obra podrían ser mendocinos, ya que la provincia se encuentra preparada para satisfacerlos, incluso ya lo hacen con otras provincias mineras. Asimismo, proveedores de servicio de catering y hotelería son algunos de los que no están directamente asociados a la industria que también se verían beneficiados.

“Por las capacidades de Mendoza, más allá de algunos equipos o cosas que son inevitablemente importados, la provincia podría captar el 90% de la inversión de US$ 15 millones que se haga en la primera etapa, por las capacidades mismas de proveer metalmecánica, ingeniería, perforaciones, laboratorios. Después, entre el 60% o 70% podría quedar para prestadores locales”, argumentó el titular de Camem.

Pensado recaló en el pasado en la producción de hidrocarburos que ha tenido la provincia como un punto a favor, pese a la inexperiencia minera: “Mendoza tiene mucho que aprender en minería, pero por haber sido el principal clúster petrolero argentino en el Siglo XX, tiene muchas empresas preparadas. Hay conocimiento, desarrollo tecnológico, capacidades técnicas y profesionales que requieren este tipo de desarrollos”.

¿Por cuánto tiempo podrían extenderse estos empleos? Como lo explicó Pensado, en la etapa de construcción y puesta en marcha, donde más puestos de trabajos se demandará, el plazo podría ser de dos años. Luego, en la etapa de producción tendría una extensión estimada de 16 años, con una proyección de 40 mil toneladas de cobre al año con más de 40 mil onzas.

“En realidad, se sabe que se podría tener recursos para extender la producción a 27 años y posiblemente llevarlo a algunos años más, como normalmente se hace en la minería. Cuando hay un proyecto minero, normalmente no es el único, se crea un distrito minero. La apertura de una primera planta mediabiliza económicamente otros depósitos más pequeños”, completó.