Lucas Ballester: "Mi objetivo es lograr la transparencia en los vinos"
Lucas Ballester visitó la redacción de MDZ para contar el relanzamiento de Ballester Wine Co. Los inicios de la empresa y los proyectos hacia adelante.
Lucas Ballester, dueño de Ballester Wine Co.
Lucas Ballester presenta el relanzamiento de su bodega, Ballester Wine CO. De visita por la redacción de MDZ, Lucas contó los inicios de la empresa y los proyectos hacia adelante.
A su vez, comentó todo acerca de su sello propio, Universo LB. "El objetivo primordial es tratar de lograr la transparencia en los vinos", expresó Lucas acerca de su proyecto.
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Entrevista completa a Lucas Ballester
-Ahora están en un relanzamiento de la de la empresa, ¿cómo surgió la idea y en qué etapa están?
-Lo que estamos relanzando ahora es la casa madre de vinos, que la renombre Ballester, que actualmente es un proyecto unipersonal mío. Hace 12 años empezamos a elaborar vinos con mi papá, antiguamente ya estábamos en la producción de uva y elaboramos algún vino en algunas otras bodegas. Desde entonces contamos con bodega y viñedos propios. La casa madre original se llamaba Ginard Ballester, nombre que hoy conserva una de las líneas de la Bodega; Sin embargo, el nuevo nombre, Ballester Wine Company, refleja una etapa enfocada en el presente y en todo el potencial que tenemos por delante. Pero básicamente lo que estamos relanzando es, esa casa madre bajo el sello Ballester, con todas las posibilidades de elaboración que esto nos da.
Los inicios y los proyectos
-Dentro de la empresa tienen tres grandes proyectos que apuntan a públicos diferentes y tienen diferente producción. ¿Cómo se conjuga esos proyectos dentro de la misma empresa?
-Tenemos tres bodegas. Tres sellos que representan distintos enfoques. Finca La Luisa, que apunta a un mercado masivo donde hacemos más litros; Ginard Ballester, que fue la casa fundadora que hoy continúa como una de las líneas dentro de Ballester Wine Co.; y tenemos Universo LB, que fue la que nació fuera de la bodega como un proyecto personal que luego incorporé. El denominador común y su diferencial es su origen en el Valle de Uco, las tres son elaboradas con uva propia en su mayoría proveniente de Paraje Altamira, una finca muy linda en una de las indicaciones geográficas reconocidas a nivel mundial, donde tenemos 77 hectáreas lo cual es bastante grande para el lugar y para la calidad de uva.
El diferencial en Finca La Luisa es que apunta a un target medianamente masivo, con muy buenos precios y una muy buena calidad de uva del Valle de Uco. En Ginard Ballester nos concentramos en hacer crianzas en madera, lo que se viene viendo en Argentina, desde los noventa, como un estilo tradicional. Y en Universo LB el concepto es elaborar vinos de sitio, de terroir, lo más cristalinos posibles; y para esto es que desarrollamos la Sala de Microvinificaciones que presentamos la semana pasada, y que nos permite trabajar con una gran diversidad de materiales para aplicar distintos tipos de elaboración, logrando vinos en HD.
El objetivo es lograr la transparencia en los vinos
-¿Por qué se te ocurrió encarar tu línea propia, Universo LB? ¿Qué estás buscando impregnar en ese proyecto?
-Cuando empezamos con mi papá con Ginard Ballester comenzamos con ideas distintas, convivimos un tiempo y después yo me abrí. Tenía ganas de hacer tanto en la comunicación como en el arte, como en el tipo de vinos, algo más con mi sello personal. Yo me dedicaba a la gastronomía y estaba haciendo otros trabajos con vinos, durante este proceso, mi papá conoció el proyecto, le gustó y me llamó a incorporarlo a la bodega. Desde entonces, hace ya cinco años, agarré la dirección de la Bodega.
El objetivo principal es lograr la transparencia en los vinos. No buscamos aprovechar el lugar únicamente para expresar toda su potencia en crianzas prolongadas o vinos de mucha concentración, sino apostar por cosechas más tempranas, con mejor acidez y hablar un poco más del sitio,del terroir. La idea no es utilizar el sitio para obtener vinos más gordos, sino para lograr más fineza y precisión. Ese es el leitmotiv de Universo LB.
-Recién mencionaste que venís del mundo gastronómico y ahora estás con un proyecto de incorporar un restaurante dentro de la bodega, ¿Cómo conviven ambos mundos, el del vino y la gastronomía?
-Están completamente ligados, van de la mano. El proyecto ya está diseñado, la idea es instaurar un restaurante muy lindo en el jardín de la bodega, que está en la ruta 40 antigua, muy cerca de la ruta 40 actual. Está cerca de un barrio que se llama Villa Chacón y la idea es dentro de la bodega, y dentro del barrio, que funcione un restaurante que esté cerca de de paso para los viajeros que van de Mendoza a San Rafael, que por ahí no tenés tanto oferta gastronómica como en Luján o como Tupungato. Está de paso la ruta. La idea es hacer comida más de pueblo.
-Recién mencionaste la finca, ¿Con qué uvas trabajan y cómo es la coordinación de los equipos de trabajo con el enólogo, con la parte de producción, después con la comercialización? ¿Te involucras en todo el proceso productivo?
-Yo estoy a pleno en todos los procesos. Tenemos tres fincas, en Pareja Altamira, con 77 hectáreas. Tenemos una Finca en las Pintadas, en el Distrito de Tunuyán, con otras 50 hectáreas, y una finca más en La Consulta, enfrente de la bodega, con aproximadamente unas ocho hectáreas. Contamos con un equipo de fincas, liderado por nuestro Ing. Agrónomo Carlos Caggiati. En bodega, el equipo de enología, integrado por tres enólogos, nuestro nuevo asesor Lucas Richardi; y Rodrigo Luján nuestro enólogo in-house junto con Fernanda Mercado. Además tenemos un equipo comercial alrededor de todo el país, incluyendo un equipo comercial directo en Buenos Aires, donde concentramos nuestros esfuerzos en el segmento gastronómico y todo lo que es el mercado de alta gastronomía. Ahí es donde está más presente Universo LB. En el interior, en cambio, van más La Luisa y Ginard Ballester. Y yo meto la nariz en todos lados, estoy comprometido en todos los procesos, principalmente en la comunicación, la comercialización y mucho en la producción.
-¿Y con qué tipo de variedad trabajan?¿Mayormente Malbec?
-El 80% de la producción nuestra es Malbec porque en definitiva en Argentina, y como marca país en el mundo, la Malbec siempre es como muy referente y es súper versátil, se adapta a todos los suelos y se adapta sobre todo a todos los estilos. Entonces, por eso me da la posibilidad de tanto hacer un estilo en Luisa, hacer un estilo en Ginard y en Universo LB de la misma Malbec en distintas fincas. Incluso incluso de la misma finca y de diferentes suelos dentro de la finca puedo hacer estilos diferentes con total libertad. Creo que la Malbec en el país se ha adaptado y la sabemos utilizar para hacer distintas versiones y son todas brillantes.
Después, tenemos distintas variedades. Como Petit Verdot, Cabernet Frank, Pinot Noir,Chardonnay, Cabernet Sauvignon.
-En la actualidad están en una producción cercana a las 500.000 botellas anuales y tienen proyectado llegar a 1 millón de botellas anuales ¿En ese proceso, cómo se hace para que la producción masiva no pierda la característica más artesanal que tienen?
-Lo que hacemos es utilizar entre otros recipientes de vinificación, nuestras piletas de 11.000 litros, las cuales en tamaño, son bastante pequeñas para lo que implicaría una producción masiva, entonces esto nos permite llevar un detalle de cada pileta y de cada uno de los vinos, desde un lugar cuidado y minucioso. Por otro lado, tenemos recipientes más pequeños que son los que te permiten conservar el carácter. Tenemos recipientes de 225 litros en barricas de madera de roble nuevas, de segundo o tercer uso, recipientes de 500 litros y fudres de 3.300 litros. Todo esto, permite que vos puedas ajustar un montón de detalles. Para eso es la sala de microvinificaciones. También trabajamos mucho con hormigón, lo cual te permite ver el vino en su estado más puro. Es un trabajo bastante detallado donde lleva mucha vigilancia humana. Es un trabajo arduo y lograr la calidad lleva muchas horas, muchas ganas y siempre la búsqueda de la mejora, que es un poco el foco de Ballester. No apuntamos a multiplicarnos en lo masivo solo por multiplicar las ventas, sino conservando la calidad y haciendo siempre que cada etiqueta siga teniendo su sello a medida que vamos creciendo.
-En ese proceso de ampliación de producción, ¿están pensando ampliarse a otros países?
-Yo tengo un proyecto en España. En cuanto a exportación hacemos Estados Unidos, básicamente. Algo para Suiza. Todavía no exploramos Asia porque quise acomodarme un poco internamente en este relanzamiento que es Ballester Wine Co. También ver un poco cómo se acomoda el tipo de cambio en el país y la realidad de consumo en el país, ahora creo que de a poco vamos entendiendo las nuevas reglas del juego. Y después hay un proyecto de hacer una pequeña partida de vinos en España y tenerlos por acá, una garnacha en Sierra de Gredos, cerca de Madrid. Y, al mismo tiempo, teniendo un pie allá, tener una distribución en Europa de los vinos hechos en Argentina, que sea una puerta de entrada a Europa en general. Y traer los vinos españoles de Ballester para acá también. Hacer algo del viejo mundo.
-¿Cómo está hoy el sector en general y qué perspectivas crees que hay para adelante?
-El sector está un poquito golpeado. Nosotros somos un grupo, fabricamos cristales también, fabricamos envases de vidrio para toda la industria y tenemos otra división que es la de sidras. Y el consumo está un poco bajo. No es un momento fácil para todo lo que el rubro alimenticio, bebidas alcohólicas o bebidas en general. Nosotros hacemos envases con la otra empresa tanto para bebidas alcohólicas como no, y vemos un poquito el impacto de la caída del consumo. Pero como dije antes, hay que acomodarse a las nuevas reglas del juego. No queda otra que reinventarse.
Lanzamiento de la sala de microvinificación
-Están cerca de un lanzamiento de Ballester Wine Company. ¿Qué nos podés contar al respecto?
-Sobre la sala sala de microvinificaciones, la integran varios recipientes de hormigón, barricas de roble Francés, fudres y pequeños tanques de acero inoxidable. Se trata de una inversión importante, tanto en infraestructura como en valor enológico. Muy importante para que los vinos íconos de Universo LB, que tanto nos entusiasman, tengan su paso por madera. Mar de Almas y La Perdición son una colaboración entre el proyecto Ginard y el proyecto Universo LB, la idea de los mismos es que puedan ser un punto medio entre la transparencia de Universo LB y la madera de Ginard. Al utilizar recipientes más grandes de madera, tienen un contacto más sutil logrando mayor fineza en boca, que es lo que buscamos con estos vinos. Con la sala pretendemos tener todo tipo de materialidad como para hacer ese mix de mundos que nos permita lograr el producto que queremos.
-¿Cuál es tu vino favorito?
-A mí me gusta mucho Golem, que es el vino Insignia del proyecto Universo LB porque es el que muestra la parcela más pedregosa del Paraje Altamira. Es como la foto real de la finca. Es un vino que lo sacamos en 2021, hoy vamos por su 5.ª añada, que hemos venido afinando y perfeccionando. Esta última versión, la 2024, en lo personal, me gusta mucho.

