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Las bandas cambiarias complican al gobierno

Las reservas del Banco Central siguen estando en el centro de la escena a pesar de los anuncios de Luis Caputo. La buena noticia: mejor rollover de la deuda.

Luis Caputo y Peter Lamelas, embajador de los EE.UU. 

Luis Caputo y Peter Lamelas, embajador de los EE.UU. 

Cuenta de X @LuisCaputoAR

El gobierno anunció que luego de ocho años Argentina vuelve al mercado voluntario de deuda. En un posteo en la red social X, el ministro Luis Caputo afirmó: “Luego de casi ocho años de falta de acceso al mercado de financiamiento en dólares de mediano y largo plazo, el Gobierno Nacional vuelve a colocar un título en moneda extranjera en el tramo medio de la curva soberana. Esta operación en el mercado tiene como objetivo dar un primer paso en la nueva estrategia de refinanciar los vencimientos de capital en moneda extranjera con el sector privado sin afectar las reservas netas del BCRA”.

Dice Caputo que van a poder refinanciar los vencimientos de capital en moneda extranjera sin afectar las reservas del BCRA. Esta afirmación no se entiende porque, justamente, recurrieron al FMI para poder hacer frente a los vencimientos, dado que el BCRA tiene reservas negativas por US$ 17.000 millones, es decir, en términos de reservas el BCRA está peor que la catástrofe que recibió del kirchnerismo.

De todas formas, el hecho que pueda hacer el rollover de la deuda que va venciendo y pagar los intereses con superávit fiscal sería una buena noticia, ya que no tendría que salir corriendo al FMI a pedir ayuda, lanzar blanqueos muy atractivos para aumentar la oferta de dólares, manipular los derechos de exportación en forma transitoria o recurrir a Scott Bessent para evitar una disparada del tipo de cambio.

Pero Caputo agrega más adelante: “De esta manera, se consolida un horizonte macroeconómico propicio para que el sector privado, con acceso a fuentes de financiamiento en los mercados local e internacional de capitales a tasas sostenibles, continúe dinamizando la inversión en la economía real, fundamental para sostener el crecimiento económico en el tiempo y la generación de empleo de calidad”.

Este párrafo no parece coincidir con la realidad. Todos los días leemos que una empresa cierra, suspende personal o despide personal.

Según un informe reciente basado en datos de la Superintendencia de Riesgo de Trabajo (SRT), entre noviembre de 2023 (inicio de gobierno de Javier Milei) y agosto de 2025 hubo una caída en la cantidad de empleadores registrados: de 512.357 a 493.193, lo que implica una pérdida de 19.164 empresas.

Si las empresas pierden plata y se achican o directamente cierran, por más acceso al mercado voluntario de deuda que tengan, nadie va a endeudarse si sus empresas trabajan en rojo.

Lo que tenemos es un divorcio entre la política cambiaria y el sector real de la economía.

El objetivo de Milei de tratar de tener la menor tasa de inflación posible implica utilizar el tipo de cambio como ancla contra la inflación. Puesto en castellano básico, atrasa el tipo de cambio y, al atrasar el tipo de cambio, subsidia las importaciones golpeando la producción local.

No está mal la apertura de la economía, lo que está mal es que se abra con atraso cambiario, no tener implementadas las reformas laboral y la impositiva, entre otras, agregando la falta de infraestructura para la logística. Por ejemplo, las rutas están deterioradas por falta de mantenimiento.

Paralelamente el FMI parece haber redoblado la exigencia para que el gobierno argentino aumente su nivel de reservas en el BCRA.

Como señalaba antes, actualmente el BCRA tiene reservas negativas, de acuerdo a la metodología que utiliza el FMI, por US$ 17.000 millones y, en base al acuerdo firmado en abril, a fin de año el BCRA debería tener reservas netas negativas por US$ 3.500 millones. A esta altura imposible de alcanzar esa meta.

Mientras el FMI le pide que aumente las reservas del BCRA, el gobierno se niega a hacerlo.

El problema que tiene para acumular reservas es que la forma en que puede aumentarlas es emitiendo pesos para comprar dólares en el mercado. Pero si no aumenta la demanda de pesos, la mayor cantidad de pesos en circulación se irá a precios y también al tipo de cambio.

Pero hay un elemento adicional. Al establecer las bandas cambiarias y al mercado estar operando cerca del techo de las bandas, si el BCRA sale a comprar dólares, con una oferta constante, el tipo de cambio subiría y perforaría el techo de la banda superior.

Al perforar el techo, de acuerdo a la política cambiaria implementada por el gobierno de establecer bandas cambiarias, el BCRA tendría que salir a vender dólares para evitar que supere la banda superior y, por lo tanto, volvería a perder reservas.

En otros términos, la política cambiaria de bandas que implementó el gobierno le impide acumular reservas.

¿Qué debería hacer el gobierno? Liberar el mercado de cambios para no tener que vender dólares si toca la banda superior. El estado tiene que dejar de intervenir en el mercado de cambios y también decirle a Scott Bessent que no venda más dólares en el mercado de cambios argentino.

Al flotar libremente el tipo de cambio el BCRA no tendría que intervenir en ese mercado y podría acumular reservas.

La restricción a la acumulación de reservas la pone el mismo gobierno al pisar el tipo de cambio para mostrar un IPC con tendencia a la baja, algo que, por cierto, ha dejado de ocurrir hace varios meses.

Otra opción que tiene el gobierno para acumular reservas consiste en vender bonos del tesoro que tiene en el activo. Con los pesos que recibe compra dólares y esos dólares van a parar a las reservas.

Pero, nuevamente, si sale a comprar dólares va a tener que aceptar que el tipo de cambio suba y si sube perforará el techo de la banda y el gobierno no quiere que eso ocurra.

Además, al vender bonos en el mercado, aumenta la oferta de los mismos y cae el precio, con lo cual sube el riesgo país y se aborta el acceso al mercado voluntario de deuda internacional.

En síntesis, la política de bandas cambiarias y no dejar flotar libremente el mercado de cambios le ata las manos al gobierno para mejorar su posición de reservas.

Como el mercado espera que el gobierno acumule reservas para tener mayor confianza en el peso, siguen dando vueltas sin poder resolver el problema del BCRA y el cumplimiento de las metas con el FMI en la cuestión de mejorar las reservas del BCRA que no logra cumplirse.

De todas formas, mientras el gobierno tenga el apoyo de Trump, el FMI va a darle un waiver a la Argentina por más que no haya cumplido con las metas de reservas.

Eso hace que la política económica argentina termine siendo Trump dependiente y no tenga autonomía propia para resolver los problemas.