Elecciones bonaerenses: los tres escenarios que ve el Círculo Rojo
Las elecciones bonaerenses se transformaron en un termómetro político y económico que mantiene en vilo tanto al Gobierno como a la oposición. Analistas y operadores financieros hacen cálculos contrarreloj, los mercados miran con nerviosismo el lunes post comicios, cuando se definirá si el escenario abre paso a la estabilidad o a una nueva tormenta.

Por cuestiones de inestabilidades financieras, audios comprometedores aparecidos de manera estratégica, malas estrategias cambiarias o cuestiones políticas generales, las elecciones del próximo domingo en la provincia de Buenos Aires se convirtieron en un referéndum importante tanto para el Gobierno como para la oposición.
Y los mercados temen lo que pueda suceder el lunes cuando abra la bolsa de comercio de Buenos Aires, la de Wall Street donde pelean los bonos y acciones argentinas que cotizan en Nueva York y la operatoria del sistema financiero. Hoy es un día frenético de encuentros entre analistas y clientes de empresas, bancos y los “Money makers” para saber lo que pueda suceder el próximo domingo, y , en consecuencia, actuar rápido para ejecutar acciones rápidamente en cada escenario posible.
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Ante el panorama, Criteria, una de las consultoras financieras más requeridas elaboró el siguiente informe:
La elección es clave por el peso electoral y económico del distrito, y se la interpreta como un anticipo de lo que podría ocurrir en las legislativas de octubre. Dada la relevancia que fue adquiriendo la contienda electoral en PBA, y el posible impacto en los precios de los activos financieros domésticos, delineamos tres escenarios y potenciales respuestas del mercado a cada uno de ellos.
Escenario positivo
Derrota ajustada (por menos de 2%)
Un desenlace en el que el Frente La Libertad Avanza (LLA) quede a menos de dos puntos porcentuales de Fuerza Patria sería interpretado como un resultado favorable para el oficialismo nacional. Este escenario reivindicaría el plan económico del gobierno y mejoraría las perspectivas de mediano y largo plazo. Además, aumentaría la probabilidad de un buen desempeño de LLA en octubre, renovando el apoyo político de la sociedad. Creemos que la lectura de mercado sería que el plan económico mantiene el suficiente respaldo político como para encarar reformas estructurales y proyectar un eventual regreso a los mercados voluntarios de deuda. El espaldarazo social reforzaría la confianza hasta octubre, reduciendo la presión sobre las principales variables económicas y financieras.
En este escenario los activos que lucen más atractivos son aquellos vinculados al “macro-trade” de mediano y largo plazo. Podría acelerarse la convergencia de la curva soberana argentina a sus comparables de similar calidad crediticia, donde los Globales lucen como los principales ganadores. Del mismo modo, la corrección acumulada en la renta variable este año dejaría espacio para un repunte, especialmente en el sector energético y en los bancos.
Escenario neutral
Derrota moderada (entre un 2% y un 5%)
Si la diferencia a favor de la oposición se ubica entre dos y cinco puntos, podría consolidarse un escenario de continuidad hasta octubre. En este caso, el Gobierno intentaría sostener el sendero de desinflación con estabilidad cambiaria, manteniendo una política monetaria discrecional y menos previsible, lo que mantendría un entorno de tasas reales muy elevadas, pero con menor margen político. Un posible incremento de la discrecionalidad y en los cambios regulatorios podrían afectar la credibilidad del programa de gobierno, donde el hacedor de política pierde grados de libertad para guiar a las expectativas de los diversos agentes económicos y de los inversores. Esto plantea una dinámica política desafiante, donde la mayor incertidumbre podría traer mayor volatilidad cambiaria ante una mayor cobertura por parte de los inversores de cara octubre y un impacto negativo en el nivel de actividad, en un contexto en el que las tasas actuales se prolongan en el tiempo.
De darse un escenario como el descripto, con un tipo de cambio real más depreciado, tasas de interés volátiles y rendimientos reales más altos, reforzamos nuestra visión de favorecer posiciones en el tramo corto de la curva de LECAPs, donde consideramos que el binomio riesgo-retorno es más favorable hasta las elecciones de octubre.
Escenario negativo
Derrota amplia (por más de 5%)
Una diferencia superior a cinco puntos marcaría un escenario político adverso para el oficialismo. El mercado podría interpretar una derrota de ese calibre como un debilitamiento de la capacidad de sostener el rumbo económico y aumentaría la presión sobre los precios de los activos locales. Crecería la probabilidad de un giro reactivo en la política monetaria y cambiaria. En este caso, la estrategia defensiva pasaría por priorizar la liquidez en dólares y minimizar la exposición a activos locales, a la espera de mayor claridad sobre el rumbo económico y político.