Datos duros: el empleo en la industria cayó al nivel más bajo en tres años
El empleo en la industria local cae aceleradamente, según un informe de UIA en base a datos del SIPA. Para julio se habían perdido 12.000 puestos de trabajo formales en el año.
La industria manufacturera y la construcción se encuentran entre las actividades más golpeadas en lo que va de la gestión de Javier Milei y aún no hay indicios de mejora a corto plazo.
El empleo en la industria argentina cae aceleradamente. Alcanzó en julio de 2025 su nivel más bajo desde 2022, según el último Informe de Indicadores Laborales del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA). En los primeros siete meses del año, la actividad manufacturera perdió más de 12.000 empleos registrados en un contexto de estancamiento general del mercado laboral y caída de la producción.
De acuerdo con los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en julio se registraron 1.150.737 asalariados privados en la industria, lo que representa una baja interanual del 1,1% y un descenso mensual desestacionalizado del 0,3%, equivalente a 3.294 empleos menos respecto de junio. Si se compara con el máximo alcanzado en agosto de 2023, el sector destruyó 43.970 puestos, una retracción del 3,7% en menos de dos años.
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El CEU-UIA advirtió que la caída del empleo no se explica solo por la menor producción, sino también por la persistente incertidumbre macroeconómica y la pérdida de competitividad en varias ramas manufactureras. Durante el segundo trimestre de 2025 se perdieron, en promedio, 1.600 empleos industriales por mes, con un ritmo de deterioro más acelerado que en los trimestres previos.
Sectores más afectados
El relevamiento de la UIA muestra que casi todas las ramas industriales finalizaron julio con caídas en el empleo. Los sectores más golpeados fueron textil, metalmecánico, automotor, madera y papel, todos con descensos superiores al 0,5% mensual.
El rubro textil, confecciones, cuero y calzado encabeza las pérdidas: en julio se destruyeron 872 puestos (-0,8%) y la caída interanual alcanza el 4,9%, con 5.586 empleos menos. En comparación con agosto de 2023, el retroceso llega al 11,3%, lo que equivale a 13.830 trabajadores perdidos.
La metalmecánica, uno de los motores de la recuperación pospandemia, también muestra señales de enfriamiento. Actualmente emplea 223.440 trabajadores, un 1,6% menos que un año atrás y un 5,3% por debajo del nivel máximo de 2023.
Por su parte, la industria automotriz y de neumáticos redujo 534 empleos en julio (-0,6%) y acumula una baja interanual del 2,5%, mientras que los rubros madera, papel, química y petroquímica también retrocedieron. El único sector con variación positiva fue alimentos y tabaco, que incorporó 839 trabajadores interanuales (+0,2%), aunque sin revertir la tendencia general negativa.
El informe del CEU-UIA advierte que la pérdida de empleo industrial tiene un componente estructural de largo plazo. En comparación con el máximo de octubre de 2013, el sector cuenta hoy con 111.385 trabajadores menos, lo que equivale a una contracción del 8,8%.
Aun en los años de crecimiento, la industria no logró recomponer el nivel de empleo de hace una década. El actual ciclo de contracción refuerza esa tendencia y afecta tanto la cantidad de empresas activas como la calidad de los puestos laborales.
Según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), el número de empleadores industriales se redujo un 2% interanual en julio, lo que equivale a 983 empresas menos que en 2024. Desde diciembre de 2023, la caída asciende al 3,9%, con 1.937 firmas menos registradas. En total, el país cuenta hoy con 47.827 empleadores industriales, lejos de las más de 50.000 empresas registradas cinco años atrás.
Un mercado laboral estancado
Las expectativas de las compañías también se deterioran. De acuerdo con la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), solo el 7% de las empresas industriales prevé aumentar su dotación de personal en los próximos tres meses, mientras que el 9,3% planea incrementar las horas trabajadas. Las expectativas netas se ubican en terreno negativo: -12,5 puntos para la dotación y -11,7 para las horas trabajadas.
El informe destaca además un repunte en las suspensiones de personal, especialmente en plantas medianas y grandes, alcanzando niveles similares a los de mediados de 2020, durante la crisis sanitaria.
El ajuste del empleo se distribuye entre empresas de distintos tamaños: las que tienen entre 10 y 49 trabajadores muestran una baja interanual del 1,1%, y las de más de 200 empleados, una del 0,8%.
El deterioro de la industria ocurre en un contexto de virtual estancamiento del empleo privado. En julio, el total de asalariados registrados en el sector privado apenas creció 0,1% interanual, con 5.820 nuevos puestos, pero registró una baja mensual del 0,1% desestacionalizada.
Según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, la tasa de empleo se ubicó en 44,5% de la población y la desocupación en 7,6%. Esto refleja que el mercado laboral no logra absorber la pérdida de empleos fabriles ni generar nuevos puestos en sectores de mayor productividad.
De los 165.000 empleos privados destruidos desde el pico de 2023, casi 44.000 corresponden a la industria manufacturera, el sector con mayor incidencia en la caída general del empleo formal en la Argentina.



