Condena argentina: somos máquinas de pagar impuestos
La presión de los impuestos sobre los ciudadanos de este país no cambia. Nuestra historia de ser máquinas del fisco español a máquinas del fisco argentino.

Roberto Cachanosky analizó la historia de los impuestos en Argentina: "Seguimos siendo esclavos del fisco, por eso somos un país pobre".
Si bien la obra más conocida de Juan Bautista Alberdi es “Bases y puntos de partida para la organización política de la República de Argentina”, otro de sus libros fundamentales es el “Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina, según su Constitución de 1853”.
En el Sistema Económico y Rentístico, Alberdi escribió: “Hasta aquí, el peor enemigo de la riqueza del país ha sido la riqueza del Fisco. Debemos al antiguo régimen colonial el legado de este error fundamental de su economía española. Somos países de complexión fiscal, pueblos organizados para producir rentas reales. Simples tributarios o colonos, por espacio de tres siglos, somos hasta hoy la obra de ese antecedente, que tiene más poder que nuestras constituciones escritas. Después de ser máquinas del fisco español, hemos pasado a serlo del fisco nacional: he ahí toda la diferencia. Después de ser colonos de España, lo hemos sido de nuestros gobiernos patrios: siempre estados fiscales, siempre máquinas serviles de rentas, que jamás llegan, porque la miseria y el atraso nada pueden redituar”.
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Y más adelante añade: “ El moderno régimen está en nuestros corazones, pero el colonial en nuestros hábitos, más poderosos de ordinario que el deseo abstracto de lo mejor”.
Pasaron 170 años desde la publicación de ese libro, y seguimos siendo un país de “complexión fiscal”. Tras la independencia, cambiamos de dueño, pero no de modelo: de máquinas del fisco español a máquinas del fisco argentino.
Más de 155 impuestos a pagar
Confirmando las palabras de Juan Bautista Alberdi y de acuerdo a un trabajo reciente de IARAF, en Argentina hay 155 impuestos tomando los impuestos nacionales, los provinciales y las tasas municipales. De esos 155 impuestos, solo 10 impuestos aportan el 94% de la recaudación total. Hay 145 impuestos nacionales y provinciales más tasas municipales que aportan solo el 6%.
La estimación es que, para 2025, hay 85 tasas municipales, 25 tributos provinciales y 45 impuestos nacionales. Es decir, que los municipios lideran con cantidad de tasas, le sigue la nación con 45 impuestos y finalmente están las provincias con 25 impuestos.
Los impuestos que lideran los ingresos tributarios consolidados (sumando lo que recaudan la nación, las provincias y los municipios) son: IVA, Aportes y Contribuciones Patronales, Impuesto a las Ganancias, Ingresos Brutos, Créditos y Débitos Bancarios, Derechos de Exportación, Combustibles, Derechos de Importación e Internos Coparticipados.
El IVA es el principal aportante a la masa de recursos tributarios consolidados aportando el 24% del total; y le sigue Aportes y Contribuciones Patronales con el 19%. Es decir, el 43% de todos los ingresos tributarios nacionales, provinciales y tasas municipales provienen del IVA y de los Aportes y Contribuciones Patronales, mostrando el ineficiente sistema tributario argentino. Complicado de administrar para ARCA, y costoso para el contribuyente.
El impuesto a las Ganancias a las personas jurídicas aporta el 11,6% del total. Con los cual, tres impuestos aportan casi el 55% del total de los 155 impuestos.
El camino de Ganancias: de transitorio a permanente
En Argentina los impuestos nacen en forma transitoria y se transforman en permanentes. El Impuesto a las Ganancias en la Argentina fue creado mediante la Ley N.º 11.682, sancionada el 31 de diciembre de 1932 y promulgada en 1933, durante el gobierno de facto del general Agustín Pedro Justo.
Originalmente, se lo conocía como "Impuesto a los réditos" y gravaba los ingresos de las personas físicas y jurídicas. Con el tiempo, fue reformado y rebautizado como “Impuesto a las Ganancias”, denominación que se estableció formalmente en 1973.
Cabe aclarar que el impuesto a los réditos, luego a las Ganancias, fue un impuesto de emergencia que tenia que terminar en diciembre de 1934. Es decir, llevamos 91 años de emergencia.
La pesada historia del IVA
El IVA fue establecido en 1975 en reemplazo de dos impuestos: el impuesto a las ventas, que era nacional; y el impuesto a las actividades lucrativas, que era provincial.
Como el IVA se iba a coparticipar, se eliminaban el impuesto a las ventas y el impuesto a las actividades lucrativas. El IVA empezó con una tasa del 13% aunque había otros productos que tenían una alícuota del 21%.
En 1986 Raúl Alfonsín establece una cuota única del 18%. Luego Carlos Menem lo bajó al 13,6%, posteriormente lo volvieron a subir al 18% y con la crisis del tequila, en 1995, se lo llevó “transitoriamente” al 21%.
O sea, llevamos 30 años de emergencia desde el efecto tequila con el IVA al 21%.
Pero ese no es el único problema. Recordemos que el IVA nace con el 13% y se elimina el impuesto que cobraban las provincias que era el de las actividades lucrativas.
Bien, en 1977 se crea el impuesto a los Ingresos Brutos, con lo cual quedamos con el IVA en el 21% y el impuesto a las actividades lucrativas volvió a aparecer, ahora como Ingresos Brutos.
La maldición del impuesto al cheque
También podemos citar el caso del impuesto a los créditos y débitos bancarios. Otro impuesto de “emergencia” que fue creado en 2001 y tenía que terminar el 31 de diciembre de 2002. Llevamos 23 años de emergencia con este impuesto.
Finalmente, en 2005 el gobierno kirchnerista creo la tasa de pasajes al exterior que en 2015 se extendió por 10 años y tenía que terminar en enero de 2025, pero el gobierno de Javier Milei restituyó por DNU esta tasa del 7% sobre los pasajes al exterior para promover el turismo interno que maneja Daniel Scioli.
Como puede verse, en Argentina siempre hay una excusa para crear un impuesto, reponer alguno que se vence o alguno que fue eliminado y vuelto a establecer como el impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, que Milei votó como diputado su eliminación y como presidente lo restituyó.
Excusas que se siguen repitiendo
Tal es la carga tributaria Argentina que el IARAF acaba de publicar su estudio sobre el día de la liberación impositiva. De acuerdo a la categoría del contribuyente, el Día de la independencia tributaria se ubica en Argentina entre el 22 de junio y el 1 de julio, según el nivel de ingresos.
Es decir, los argentinos trabajamos la mitad del año para el Estado y la otra mitad para mantener a nuestras familias.
Como decía Juan Bautista Alberdi: “Hasta aquí el peor enemigo de la riqueza del país ha sido la riqueza del Fisco”. Pasaron 172 años desde que el tucumano publicara el Sistema Económico y Rentístico, y seguimos siendo esclavos del fisco, por eso somos un país pobre.