CFK: el Gobierno teme por el futuro del "Blanqueo Blue" en el Congreso
El silencio de LLA sobre CFK es estratégico: temen que su situación judicial complique la aprobación del blanqueo de capitales antes de las elecciones.

Una posible condena a Cristina Fernández de Kirchner podría arruinar los planes del Gobierno.
Juan Mateo Aberastain / MDZPor orden explícita, ningún integrante calificado de La Libertad Avanza (LLA) hablará sobre la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, hay una preocupación concreta sobre una consecuencia política que podría tener una inminente decisión sobre el futuro de la expresidenta.
El temor que se percibe en las filas del oficialismo, es que se complique el panorama legislativo en el Congreso Nacional para aprobar el último proyecto de ley económico de importancia para el Gobierno antes de las elecciones de octubre: el nuevo régimen de Presunción de Inocencia Fiscal, o también llamado "Blanqueo Blue" o "Blanqueo Permanente".
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En el Ministerio de Economía se descartaba hasta la semana pasada que aprobar esta ley era una posibilidad real y con serias posibilidades de aprobación y, por eso, se avanzó públicamente en el anuncio del nuevo sistema de apertura de los dólares del colchón (y la caja de seguridad y las cuentas en el exterior) no declarados ante el fiscal.
Sin embargo, en el Palacio de Hacienda se encendieron ahora las alarmas ante el panorama que podría estallar en el Congreso con una detención de Cristina Fernández de Kirchner y el clima político que generaría la situación entre los diputados y senadores. Concretamente, el temor que aparece ahora en las filas del oficialismo es que la inevitable crisis política que generaría la pérdida de la libertar de la exmandataria se traslade al Congreso Nacional y paralice cualquier tipo de posibilidad de avance de nuevas leyes hasta la aparición de un nuevo mapa electoral posterior a las próximas legislativas de octubre.
El miedo de los libertarios es que diputados y senadores de origen peronista, ante la situación de la expresidenta, ensayen algún tipo de solidaridad y quiten el potencial apoyo dentro del Congreso al Gobierno nacional, justo en momentos en que se necesita que se apruebe la nueva Ley de Presunción de Inocencia, un nuevo régimen indispensable para poder remonetizar la economía en la última parte del año.
El temor del oficialismo no se centra tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Según los números básicos que realiza el oficialismo, podría haber algún acuerdo mínimo con sectores dialoguistas en la Cámara Baja, pero dependiendo de la actitud que muestres diputados como Miguel Ángel Pichetto o similares. Si bien se considera difícil, se cree que conseguir apoyos primero en la comisión de Presupuesto y Hacienda y luego en el recinto sería factible.
El problema es en el Senado, donde el kirchnerismo sigue teniendo poder de fuego y la relación directa de los legisladores con los legisladores peronistas es fuerte. Y si bien se cree que aún hay dialoguistas en el justicialismo, el temor es que la situación de Cristina Fernández de Kirchner genere un efecto solidario que complique la negociación política con los gobernadores para lograr los apoyos indispensables para la aprobación de la ley. Esto además de reconocer que el panorama en todo el Congreso será de batalla campal entre el kirchnerismo y el resto del mundo que no se solidarice con la situación de la expresidenta.
El problema para el Gobierno va más allá de lo político y reside en el peligro de no aprobar el proyecto de ley que apunta a conquistar los corazones de los tenedores de dólares in declarar. Como se contó en este medio, la idea de Economía es conseguir al menos entre US$4.000 y 5.000 millones antes de fin de año para remonetizar la economía argentina, en un panorama de emisión cero, consumo estancado y necesidad de sostener una economía creciendo a un ritmo de 5% anual en lo que queda del 2025 y durante el 2026.
Para esto, prácticamente la única herramienta disponible es la conquista de los dólares que están fuera del sistema. Y que de los más de U$S 250.000 millones (de piso) que residentes locales mantienen fuera del sistema financiero; este año una pequeña parte se anime a volcarlos al mercado comercial o a las entidades bancarias normales o virtuales. Las expectativas son moderadas, y a la visión de Hacienda, bastante logrables, pero se necesita de la ley; ya que queda claro por los primeros movimientos de los tenedores de esos dólares no declarados durante los primeros días posteriores al lanzamiento de la medida, que sin una legislación que avale el nuevo régimen no se crea la confianza suficiente como para que el potencial blanqueador se sienta legalmente protegido. Mucho menos con un kirchnerismo enardecido, sediento de venganza en demoler todo lo que construya el kirchnerismo y con un potencial clima vencedor para el 2027. No quiere decir que se crea que esto pueda suceder. Simplemente con el temor eventual de un nuevo greso de las huestes kirchneristas, se teme lo peor. Ante este panorama, si además no existiera una ley que ampare el nuevo blanqueo las poribilidades de logra run éxito en la confianza para reconocer la existencia de dólares no declarados es una utopía. Se sabe ya en Hacienda, que sin ley, no hay éxito posible en la llegada de divisas no declaradas al sistema financiero argentino, o al circuito de consumo normal.
En lo que debe concentrarse ahora el Poder Ejecutivo, es el entablar las negociaciones con el Congreso Nacional como para conseguir los votos necesarios para lograr la aprobación del proyecto que el jueves pasado ingresó en la Cámara de Diputados y que será debatido desde esta misma semana dentro de la comisión de Presupuesto y Hacienda que maneja José Luis Espert; curiosamente la persona que presentó en sociedad el proyecto y que será además primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones de octubre.
Será el legislador economista quién encabece las negociaciones en Diputados y consiga su aprobación lo más rápido posible. El problema será luego conseguir los votos en el Senado, donde la situación política del oficialismo siempre es compleja. Más si se tiene en cuenta que esa cámara es donde el kirchnerismo más influencia ejerce sobre el poder tripartito, y que esa fuerza está a punto de tener que enfrentar problemas judiciales serios de su principal figura política: Cristina Fernández de Kirchner.
Conseguir los votos para la aprobación de la Ley de Inocencia Fiscal en medio del clima hostil, que probablemente habite en el país a partir de las desventuras judiciales de la expresidenta, será todo un desafío para el Gobierno de Javier Milei, más si se tiene en cuenta que la intención de Hacienda es que todo esté aprobado y reglamentado, a más tardar, para finales de julio, esto con el objetivo de que para la primera semana de agosto los primeros dólares no declarados, pero presuntamente inocentes, comiencen a aparecer en el sistema financiero; más teniendo en cuenta que los meros anuncios de Luis "Toto" Caputo de hace 20 días no sólo no provocaron interés en el blanqueo de divisas, sino que, curiosamente, la evolución de los depósitos en dólares dentro del sistema financiero argentino cayeron unos US$200 millones.
Es verdad que es un fenómeno que siempre ocurre entre fin y comienzos de cada mes, cuando las personas y empresa necesitan efectivo para cumplir con los pagos de sueldos, a proveedores y organismos de recaudación. Pero también es cierto que no existe interés visible en llevar dólares a las cuentas comitentes, mientras no haya una ley que la sustente.