Agro: productores miran al cielo y esperan una manito del clima
Las lluvias no impactan igual en todos los cultivos del agro, mucho menos en la actividad ganadera, donde se está demorando el engorde a corral.

Las inundaciones están afectando a vastas localidades de la zona núcleo, la más fértil y productiva del país a nivel de agro, especialmente en el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba.
Gran parte de la zona núcleo del agro venía de semanas con buenos perfiles de humedad en los suelos, así que las copiosas lluvias de los últimos días complicaron el panorama. Salvo en trigo, donde el agua es bienvenida, productores maiceros y sojeros ven una traba en las lluvias, y quienes hacen engorde en feedlot empiezan a evaluar el impacto.
Para dejarlo en claro, en épocas de sequías como las que tuvo el país hace dos campañas la demanda de lluvias es generalizada, pero no siempre el agua en exceso es algo bueno. Los cultivos de invierno, como el trigo y la cebada, más conocidos como cosecha fina, requieren precipitaciones en cantidad, especialmente apenas sembrado y en el momento del crecimiento del grano, como hoy en día.
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Es que las buenas condiciones agronómicas favorecen el desarrollo del cereal y la productividad de los campos. Para esta campaña se espera cosechar unas 20 Mt (millones de toneladas), en línea con el desempeño del último año. Ese volumen garantiza un saldo excedente exportable en torno a los 11 Mt, que tienen como principal destino Brasil.
El agro y el clima
Aún falta tiempo para poder evaluar los rindes promedio, pero como primer dato positivo hay que aclarar que según fuentes de la comercializadora de granos Zeni, tras la decisión del Gobierno de mantener en 9,5% las retenciones del trigo y no elevarlos al nivel anterior a enero del 12% los productores se lanzaron a sembrar y se incorporaron unas 400.000 más al área productiva.
En el caso de soja y maíz, el ciclo está en momentos iniciales, comenzando la siembra en los lotes tempranos de maíz, mientras que para la soja aún falta algo más de un mes para el inicio formal. Lo que sí se sabe es que el exceso de lluvias -ni que hablar inundaciones como se ha visto en algunas zonas- no es bueno para la oleaginosa ni para el maíz.
En el caso del grano amarillo aún está finalizando la cosecha de la campaña 2024/25 y aunque está muy avanzado el proceso, superior al 97% ya cosechado, las lluvias y los campos anegados, complican las labores de cosecha.
Encierre del ganado
En cuanto al sector ganadero, la caída de más agua empieza a verse con cierta preocupación. "Lo que venía siendo una campaña relativamente benigna desde el punto de vista climático ha comenzado a complicarse", sostiene un reciente informe elaborado por Rosgan, una sociedad integrada por la Bolsa de Comercio de Rosario e importantes consignatarios de todo el país.
"Claramente, con muchos accesos y rutas cortadas, y campos totalmente bajo agua, los movimientos de hacienda comenzarán a registrarse recién en las próximas semanas, cuando efectivamente puedan retomarse las cargas", dice el informe.
Y aclara: "En este contexto, muchos de estos campos mixtos —en especial los de la provincia de Buenos Aires, donde se realiza gran parte de la invernada pastoril— deberán readaptar sus sistemas, probablemente recurriendo al encierre para su terminación".
El dato clave es cuál es la situación de los feedlots para recibir hacienda. Al 1 de septiembre había 1,98 millones de cabezas en feedlots, con margen para crecer algo más. Sin embargo, el número de animales enviado para engorde está decreciendo, y a aquí cuentan razones de mercado, a la que no son ajenas las elevadas tasas de interés.