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Mercados: por qué Warren Buffett catapultó a Greg Abel a la cima de su imperio

Comandará uno de los fondos de inversión más emblemáticos del mundo de más de 1,2 billones de dólares (2,5 veces el PIB argentino). Las pistas que dejó Warren.
El icónico inversor Warren Buffett sorprendió esta semana con un paso al costado, que en algún sentido es un cambio de era en el mundo de las finanzas globales.
El icónico inversor Warren Buffett sorprendió esta semana con un paso al costado, que en algún sentido es un cambio de era en el mundo de las finanzas globales.

Llegó el tan temido día D para el legendario fondo de inversión Berkshire Hathaway (BH), que tras más de seis décadas estuvo comandado por el emblemático inversor Warren Buffett (94 años) quien anunció días atrás que a fin de año dejará su cargo como CEO de BH.

Sin dudas ha sido, hasta ahora, la noticia financiera del año para los mercados. Un cambio de era, no solo para el fondo BH sino también para Wall Street.

A fin de año se irá el CEO más simbólico si los hay, al que todos escuchaban, miraban, seguían sus pasos y posiciones, y que, entre otras cosas, logró multiplicar por 40.000 el valor de las acciones de BH desde que se hizo cargo a mediados de los ’60, obteniendo una rentabilidad promedio anual de casi 20%, el doble de lo que ganaron, por ejemplo, quienes apostaron al índice S&P500. ¿Y ahora quién queda a cargo de uno de los fondos de inversión más influyentes del mundo? ¿Quién sucederá a Warren?

"Creo que ha llegado el momento de que Greg (Abel) asuma el puesto de consejero delegado de la compañía al final del año". Con estas palabras, Buffett dio a conocer que dejará su cargo como CEO de BH a fines de 2025. ¿Pero quién es Greg Abel?

Es el actual vicepresidente de las operaciones no vinculadas con el negocio asegurador de BH. Nacido en Edmonton (Alberta, Canadá) hace 62 años, Abel había sido designado como sucesor del llamado “Oráculo de Omaha” en 2021. Cuenta con una trayectoria de 25 años en BH, se unió al grupo en el año 2000, tras la adquisición de MidAmerican Energy, donde asumió la dirección general en 2008.

Graduado en 1984 con una licenciatura en comercio, se incorporó a PwC y pronto se trasladó a CalEnergy, empresa que transformó de una modesta firma geotérmica en un diversificado negocio energético. En 1999, CalEnergy adquirió MidAmerican Energy y adoptó su nombre. Ese mismo año, BH compró una participación mayoritaria en MidAmerican Energy, y Abel asumió la dirección de la empresa en 2008, que sería rebautizada como Berkshire Hathaway Energy en 2014, la cual lideró hasta 2018.

"Solo quiero decir que no podría sentirme más humilde y honrado de formar parte de Berkshire", reconoció Abel, quien se comprometió a defender el legado, la cultura y la filosofía de BH, dejando en claro que está listo para poner a trabajar la liquidez y heredar el estilo paciente de inversión en valor. "Se trata realmente de la filosofía de inversión y de cómo Warren y el equipo han asignado el capital durante los últimos 60 años. Realmente, no va a cambiar", afirmó.

Buffett ya lo había adelantado en el informe anual de BH de 2024: "A mis 94 años, no pasará mucho tiempo antes de que Greg Abel me sustituya como CEO y sea él quien escriba las cartas anuales. Greg comparte el credo de Berkshire de que un “informe” es lo que un CEO de Berkshire les debe anualmente a los propietarios. Y también comprende que, si empiezas a engañar a tus accionistas, pronto acabarás creyéndote tus propias mentiras y engañándote a ti mismo".

Buffett compró Berkshire Hathaway en 1965, cuando era una fábrica textil en decadencia, y la convirtió en un conglomerado sin precedentes, con negocios que van desde los seguros Geico hasta el ferrocarril BNSF. Ahora cede el mando en un momento de bonanza: las acciones de la compañía han alcanzado recientemente un nuevo máximo histórico, elevando su capitalización bursátil a casi US$1,2 billones (casi 2,5 veces el PIB de Argentina).

Vale señalar que en la primera rueda de operaciones después de conocerse la noticia de la futura salida de Buffett las acciones cayeron casi un 5% reflejando cómo impactó la novedad en Wall Street.

Por lo pronto el “Oráculo de Omaha” aseguró que no venderá ni una sola de sus acciones valuadas en más de US$160.000 millones tras su retirada. “La decisión de conservar cada acción es económica. Creo que las perspectivas de Berkshire serán mejores bajo la gestión de Greg que bajo la mía”, afirmó.

Durante la reunión con los accionistas, Buffett elogió el enfoque más activo de Abel al frente de las más de 60 subsidiarias del grupo. “Funciona mucho mejor con Greg que conmigo. Yo no quería trabajar tan duro como él. Me lo podía permitir porque tenemos un negocio muy bueno”, bromeó.

Aunque dejará el puesto de CEO, Buffett continuará vinculado a la empresa y discutirá con Abel en la próxima reunión del Consejo cuál será su rol formal a partir del próximo año. Actualmente, también ocupa el cargo de presidente del Consejo de Administración.

Respecto a la creciente volatilidad de los mercados, precisamente por los aranceles lanzados por Donald Trump y por el temor a que estos provoquen una recesión en Estados Unidos, Buffett le restó importancia.

“Lo que ha pasado en los últimos 30 o 45 días, realmente no es nada”, afirmó y señaló que no calificaría los movimientos recientes del mercado como “enormes". De hecho, el índice S&P 500 acaba de registrar su racha de ganancias más larga en dos décadas, tras una caída que lo llevó brevemente a territorio bajista (una baja de casi el 20% desde su último máximo).

Además, dijo que ver caer un 50% a las acciones de Berkshire le parecería “una oportunidad fantástica”. “No me molestaría en lo más mínimo”, aseguró. A muchos gestores de fondos les aterra un mal año. Buffett no. Tuvo once, incluyendo cuatro en sus primeros diez años en BH y una gran caída del 49% durante la crisis de las Nifty Fifty en 1974.

Por otro lado, Buffett reveló que recientemente estuvieron cerca de invertir US$10.000 millones de la histórica reserva de efectivo de la compañía, aunque finalmente no lo hicieron. “Estuvimos bastante cerca de gastar 10.000 millones hace poco, por ejemplo, pero podríamos gastar 100.000 millones”, dijo.

“Esas decisiones no son difíciles de tomar cuando se presenta algo que tiene sentido para nosotros, que entendemos y que representa un buen valor”. Sus declaraciones se producen mientras los inversores se preguntan cuál será el próximo movimiento de Berkshire. La compañía acumulaba más de 330.000 millones de dólares en efectivo al cierre del primer trimestre.