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El imperio de Fecovita, lo que está en juego y cómo impacta en los consumidores

El enfrentamiento legal con Iberte ha puesto la mira en una de las empresas más importantes de la vitivinicultura argentina. Su particular modelo de negocio y los números para dimensionarla.
Fecovita acapara el 30% del mercado interno y es una de las 10 empresas vitivinícolas más grandes del mundo. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
Fecovita acapara el 30% del mercado interno y es una de las 10 empresas vitivinícolas más grandes del mundo. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La guerra del vino protagonizada por la Federación de Cooperativas Vitivinícolas (Fecovita) y su exsocia Iberte es hoy por hoy uno de los temas que dominan la agenda vitivinícola. Sin embargo, lo que pasa en el Polo Judicial donde los magistrados serán los encargados de determinar quién tiene la razón en cada una de las causas que se han desatado, muchas veces se pasa por alto la magnitud de las empresas involucradas en el litigio, sobre todo la mendocina, y cómo puede llegar a impactar para miles de argentinos, ya sea aquellos involucrados o los propios consumidores de la bebida nacional. 

Como en toda guerra, hay ganadores y perdedores, pero en este caso el saldo puede ser letal. Hablamos en sentido figurado, ya que no hay vidas en juego, pero los inocentes que pueden sentir el cimbronazo económico de esta disputa son los productores vitivinícolas que están directa e indirectamente relacionados con Fecovita, uno de los jugadores más relevantes dentro de la actividad. 

De acuerdo a los datos proporcionados por la empresa, Fecovita tiene un peso del 30% en el mercado interno con marcas que se han convertido en parte de la idiosincrasia argentina y comercializan en cuatro bodegas: Toro, que cuenta con más de 120 años de historia y se jacta de ser el vino más elegido a nivel local y la segunda marca en el mundo; Canciller, otra marca de las centenarias; Bodega Estancia Mendoza, muy ligada a muchos deportes como el fútbol, rugby y tenis; y Los Helechos, apuntada a la alta gama y emplazada en Valle de Uco. 

En total, son 19 marcas las que se elaboran bajo la producción de la Federación: a los nombres de las cuatro bodegas se suman etiquetas como Texto Súbito, Finca Magnolia, Dilema, La Colina de Oro, Resero, Simona Estate, Kadabra, Arizu, Dralion, Pirueta, Zumuva, Amenní, Cruz del Sur, Promesa y Nativo.

Su producción se divide a grandes rasgos un 80% en el mercado interno y un 20% en las exportaciones. Si tomamos las últimas estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en el mes de febrero se comercializaron en el mercado interno 53.282.900 litros. Teniendo en cuenta el 30% de participación que tiene Fecovita en el ámbito local, podemos decir que casi 16 millones de esos litros salieron de sus bodegas. 

Pero más allá de ser el hacedor de vinos que acompañan muchas mesas argentinas en el día a día, Fecovita es el mayor exportador de vinos a granel del país y el segundo en mosto. Justamente en este último segmento, la empresa se quedó con un cupo de exportación a Estados Unidos, el principal mercado de Argentina, por 6.368 toneladas de las 40.392 que se asignaron a 12 bodegas nacionales en el período del 1 de abril de 2025 al 31 de marzo de 2026. 

Siguiendo con números que nos ayudan a dimensionar la importancia que tiene en el entramado del negocio vitivinícola argentino l, la Federación nuclea unos 5.000 productores de todo el país agrupados en 29 cooperativas y a 54 bodegas. Más allá de los empleados directos que tiene, cuenta a su vez con más de 1.000 colaboradores para llegar a producir 350 millones de litros de vino por año. 

Incluso, Fecovita es dueña de una de las plantas modelo en la región, la cual fue inaugurada en 2018 en el departamento de San Martín. Aunque el vino no se fabrica, sino que se elabora, por sus dimensiones la planta se puede comparar con una fábrica, donde con capacidad para elaborar 43.000 botellas y 48.000 cajas de tetrabrik por día en pleno funcionamiento, por la cual desfilan decenas de camiones cargados de uva en plena temporada de cosecha.  Además, cuentan con otra sede en Maipú, y otra en San Juan. 

Se trata del grupo cooperativo vitivinícola más grande del mundo y cuenta con un modelo que es único en Argentina y con pocos casos similares que se podrían enumerar en el resto de las regiones productoras. Fecovita se encuentra entre los 10 principales grupos en el sector del mundo, con acuerdos comerciales en más de 40 países, con cinco oficinas en el exterior y 1.200 clientes estratégicos.

Los números de Fecovita. Captura de pantalla

Enfrentamiento de gigantes

Pero esta guerra, que comenzó por las diferencias entre las partes en la sociedad Evisa, la cual habían creado para exportar vino al mundo, está lejos de ser un enfrentamiento entre David y Goliat. Por el lado de Iberte, aunque no solo en la vitivinicultura, encontramos números imponentes que hacen que esta sea una batalla de gigantes. 

Iberte es una compañía que encuentra su fecha de fundación en el año 2015 y es propiedad del empresario español Juan José Retamero. Aunque tienen el mismo dueño, la vitivinícola no forma parte de Grupo Aisa, el cual ha realizado en los últimos años importantes inversiones en el rubro minero y pesquero en el país.

El grupo adquirió en 2023 la Mina Gualcamayo, la cual estaba en proceso de cierre y hoy, como Minas Argentinas, está a la espera de la aprobación del RIGI de US$ 1.000 millones para avanzar con Carbonatos Profundos. Además, a principios de este año se hizo de la pesquera Cabo Vírgenes, de la ciudad de Rawson, Chubut, con la que realizan la pesca de langostino austral en la costa argentina. 

Además, están presentes en el negocio cárnico donde exportan más de 25.000 toneladas anuales y con la adquisición de un predio donde estaba la ex bodega Cinzano en San Juan incursionarán en el rubro inmobiliario con la construcción de un complejo residencial y comercial en la capital de la vecina provincia.  

Según comentaron en off fuentes cercanas a los demandantes, ellos tienen la convicción de que los directivos y exdirectivos de Fecovita son culpables de la estafa, pero que no pretenden que sean los cooperativistas quienes paguen la deuda que originalmente estiman en US$ 32 millones (a lo que se pueden sumar otros montos por incumplimientos de contratos). Incluso, en ocasiones anteriores han asegurado que en caso de ganar la demanda invertirán ese dinero en distintos proyectos en Mendoza.

La mina Gualcamayo y Carbonatos Profundos es uno de los proyectos donde más inversión volcará el grupo dueño de Iberte. Foto: Sol Devia/MDZ

Un poco de calma

La noticia para los productores argentinos que dependen de la Federación es que pese a la agresiva batalla legal que la ha enfrentado con su ex socio, desde la empresa aseguran que cuentan con solvencia y orden económico. Incluso, en un comunicado compartido hace algunos días por el Consejo de Administración alejaron todos los fantasmas que podrían remitir a otros casos tan icónicos como desastrosos para la actividad como las quiebras de Greco y Giol. 

De todas maneras, los representantes del Consejo de Administración de Fecovita sí reconocieron que algunas de las maniobras legales implementadas desde Iberte han tenido su impacto económico. Justamente uno de los procedimientos judiciales como la restricción de salir del país a los directivos, algo que fue revocado al poco tiempo, tuvo su impacto en la agenda de la empresa. 

“Durante la semana que duró la medida se tuvieron que suspender viajes para mantener reuniones con la gerencia de la cadena Soriana de México, con la que estamos llevando importantes acciones, sin embargo, este año las compras de esta cayeron a la mitad. También había reuniones programadas en la Feria US Aple con los más importantes compradores de mosto a nivel mundial entre ellos Coca Cola, Pepsico, Ocean Spray y Tropicana, con un daño económico incalculable no puntual de este año sino que se extenderá en el tiempo”, sostuvieron en un comunicado.