Oro: un tercio de los bancos centrales planean más compras este año

Un entorno geopolítico y financiero cada vez más complejo está haciendo que la gestión de las reservas de oro sea más relevante que nunca. En 2023, los bancos centrales sumaron 1.037 toneladas de oro siendo la segunda compra anual más alta de la historia, tras un récord de 1.082 toneladas en 2022.
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A pesar de estas cifras récord, los bancos centrales todavía siguen considerando al oro como un activo de reserva y anticipan que van a seguir comprando este año. Así lo refleja la última encuesta del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés) sobre Reservas de Oro de los Bancos Centrales que sobre un total de 70 respuestas, el 29% de los bancos centrales encuestados dijo tener la intención de aumentar sus reservas de oro en los próximos doce meses. Se trata del nivel más alto desde que se realiza la encuesta en 2018.
De modo que las compras de oro de los bancos centrales continúan dominando y transformando el mercado del metal precioso, y esta tendencia solo se está fortaleciendo, según la encuesta del WGC, que explica que las compras planificadas están motivadas principalmente por el deseo de reequilibrar a un nivel estratégico más preferido de tenencias de oro, producción nacional de oro y preocupaciones del mercado financiero, incluidos mayores riesgos de crisis y aumento de la inflación.
Jugador clave
Los resultados de la encuesta llegan casi dos semanas después de que los datos del Banco Popular de China mostraran que no aumentó sus reservas de oro en mayo pasado, poniendo fin a una ola de compras de 18 meses. Sin embargo, los analistas han dicho que incluso si China desacelera sus compras, todavía hay un gran interés en el oro como reserva diversificada.
Incluso antes que se conocieran los datos de la encuesta, Krishan Gopaul, analista del WGC le dijo al sitio especializado Kitco que, si bien China contribuyó positivamente al nivel de demanda anual del sector oficial, todavía confiamos en que los bancos centrales en su conjunto seguirán siendo compradores netos. Señaló además que las compras fueron generalizadas, y varios otros bancos centrales continúan acumulando oro, incluso cuando el precio del oro subió en los últimos meses.
Para Gopaul, la demanda de la banca central puede no alcanzar este año los niveles observados en 2022 o 2023 pero se mantendrá sostenida durante el resto del año.
Si bien casi un tercio de los bancos centrales encuestados buscan comprar oro este año, existe una expectativa amplia en todo el sector oficial de que las reservas de oro aumentarán. La encuesta indicó que el 81% de los participantes espera que las tenencias aumenten en los próximos 12 meses, muy por encima del 71% informado el año pasado.
Diversificación
Según la encuesta, la creciente diversificación hacia el oro se produce cuando los bancos centrales ven un cambio cada vez mayor en los mercados financieros globales a medida que el papel del dólar como moneda de reserva mundial continúa disminuyendo.
Al observar el papel del dólar como moneda de reserva mundial, el 62% de los encuestados dijo que cree que la participación de la moneda estadounidense disminuirá dentro de cinco años, frente al 55% en 2023 y el 42% en 2022.
Mientras tanto, en cuanto al oro, el 69% de los encuestados pensó que el metal precioso constituiría una proporción mayor dentro de cinco años, frente al 62% en 2023 y el 46% en 2022.
El WGC señaló que el sentimiento es significativamente diferente cuando se desglosa entre los bancos centrales de los mercados emergentes y en desarrollo, y los de los países desarrollados. Los bancos centrales de los emergentes y subdesarrollados en general consideran que el papel del oro como metal monetario aumenta a medida que el brillo del dólar se empaña.
Sin embargo, si bien los bancos centrales de las economías avanzadas siguen siendo leales al dólar, admiten que el papel del oro en el panorama global está cambiando.
"Los bancos centrales de los emergentes y subdesarrollados, que han sido el principal impulsor de la compra de oro desde la crisis financiera mundial de 2008, parecen ser más pesimistas sobre la participación futura del dólar en las reservas mundiales y más optimistas sobre la del oro", dijeron los analistas en el informe. No obstante, también es notable el porcentaje de encuestados de economías avanzadas que creen que la participación del oro en las reservas mundiales aumentará significativamente del 38% en 2023 al 57% en 2024.
Mientras los bancos centrales buscan diversificarse lejos del dólar, los participantes dijeron que los niveles de tasas de interés, las preocupaciones por la inflación y la inestabilidad geopolítica siguen siendo los principales factores en las decisiones de gestión de reservas de los banqueros centrales, relativamente en línea con las respuestas del año pasado.
Según la encuesta, los bancos centrales están motivados a mantener oro porque se lo considera una reserva de valor a largo plazo/cobertura contra la inflación, por su rendimiento en tiempos de crisis, por ser un diversificador efectivo de cartera y porque no hay riesgo de incumplimiento.
“Estos resultados parecen reflejar un tema subyacente de los bancos centrales de los emergentes y subdesarrollados, pero también de los bancos centrales de economías cada vez más avanzadas, que valoran el papel estratégico del oro en medio de tiempos geopolíticos inciertos y preocupaciones renovadas sobre la estabilidad financiera. Esto subraya las difíciles circunstancias económicas y estratégicas que enfrentan ambos grupos”, dijeron los analistas.