Balance y perspectivas

El motivo por el que Mendoza pierde turistas extranjeros

La mayor parte del turismo local es nacional y con la recesión actual se ha notado la caída. Discusión sobre si es cara o barata y los desafíos para ser atractivos sin la conveniencia cambiaria.

Diana Chiani
Diana Chiani viernes, 15 de marzo de 2024 · 13:00 hs
El motivo por el que Mendoza pierde turistas extranjeros
El enoturismo sufrió bajas y las bodegas reformulan sus propuestas Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Hay dos atractivos innegables que tiene Mendoza: es una capital internacional del vino y cuenta con la cumbre más alta de América. Por este motivo, es atractiva para los turistas nacionales y del mundo que, sin embargo, cuando las papas queman parecen elegir otros destinos.

Es que aunque la crisis económica ha afectado las vacaciones de muchos argentinos y, por tanto, hubo bajas en casi todas las provincias, ésta no ha sido pareja. Además, la suba del dólar también ha sido un factor clave en una temporada que los prestadores calificaron como regular y heterogénea.

El principal temor es convertirse en un destino caro que comience a hacer mermar aún más el arribo de turistas internacionales que, aunque no son el principal público, sí son clave para el turismo de alta gama.

El principal desafío en este marco es continuar con políticas que fortalezcan el destino para que los turistas nacionales no se vayan a provincias más accesibles. Del mismo modo, la menor conveniencia cambiaria para los extranjeros también presenta el reto de no ser elegidos solo por este motivo más allá de los atractivos innegables del turismo y la gastronomía local.

Con una discusión todavía no zanjada de si Mendoza está cara o barata, la realidad es que los precios actuales –con un valor dólar equiparado al de otros destinos internacionales- ha tenido un impacto negativo, tanto en la llegada de argentinos como de brasileños, chilenos y visitantes de otros países limítrofes.

Con la temporada finalizada, incluida la Vendimia, los prestadores coinciden en que ha habido una baja del 20% en comparación con el verano de 2023. En algunos segmentos más relacionados con el turismo internacional la baja fue mucho más pronunciada y no solo se limita a Mendoza sino a todo el país.

“Fui a Buenos Aires dos veces y los precios ya no son los de antes… Argentina está cara para nosotros y dejó de ser negocio”, le transmitió una prestadora de turismo de Uruguay a una local. Y agregó: “No solo nos sale igual o más caro, sino que tuve una muy mala experiencia por un paro de Aerolíneas Argentinas. Volví muy enojada y no sé si quiero volver a ir”.

En este marco, por caso, desde una agencia local esta temporada ha sobrado lugar en las bodegas, cuando hasta hace cuatro meses había que pedir turno con bastante anticipación. Además, las bodegas abiertas al turismo modificaron algunas propuestas para -picnis o picadas mediante- abaratar los costos y ofrecer precios para todos los gustos.

Como para tener un marco de referencia –más allá de las diferencias puntuales que puede haber entre prestadores, servicios y tipos de tour- una salida individual con una visita a una bodega y un almuerzo de tres pasos con maridaje en un reconocido restaurante, cuesta en marzo $210.000 por persona. El valor incluye transporte, visita, degustación en bodega y almuerzo. En tanto, un tour grupal al Valle de Uco con visita y degustación a dos bodegas y un almuerzo de cuatro pasos maridado con vinos en una tercera, tiene un valor de $250.000.

Las salidas a bodegas y restaurantes superan los U$S 200 por persona.

Hoy son entre U$S 210 y U$S 250 que antes podían ser un tercio para un extranjero, aunque esa ventaja hoy no existe, con valores que crecen a la par de la inflación en pesos y en dólares. Entre los precios de transfers autorizados y en blanco, es decir, solo el auto para llegar hasta un lugar, se pueden dar los siguientes ejemplos con tarifas actualizadas a marzo: $9.600 para salir o entrar al centro, $26.400 hasta Luján y $54.000 al Valle de Uco. Llegar hasta Alta Montaña, en tanto, cuesta $98.000. Una salida grupal con movilidad y guía hasta este mismo punto hoy tiene un valor por persona de $45.000 aproximadamente. 

Qué pasa ahora con este dólar

“La temporada ha sido regular y muy heterogénea por segmentos”, comentó Diego Stortini, empresario turístico y vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM). El dirigente, quien está en contacto con diversos empresarios pyme de la provincia, expresó que las franjas superiores relacionadas con el enoturismo y los hoteles 4 o 5 estrellas han tenido una caída del 20% interanual. Con esta cifra coincidió Marcelo Rosental, gerente del hotel Villagio, un hotel Boutique de tres estrellas superior que compite con los de cuatro. “Aunque en turismo es difícil predecir, estimamos que esa baja se va a mantener buena parte del año”, expresó Rosental.

Con relación a los segmentos más “económicos” y de mayor volumen como alta montaña o turismo aventura, la caída de pasajeros podría superar el 50%, según calculó Stortini. Desde su punto de vista y pese a la competencia desleal que implican para el sector, los departamentos de alquiler temporario que fueron “la inversión” del año pasado, han estado golpeados este año. En coincidencia, desde la agencia de turismo Vive Los Andes comentaron que mientras en enero de 2023 tuvieron un 60% de clientes argentinos, este año la proporción no llegó al 13%.

“Con respecto al turismo internacional, también se ha caído y visualizamos que con la paridad del dólar blue más la inflación alta nos empezamos a convertir en un turismo caro para extranjeros”, sumaron. Si se deja de lado a los chilenos que en Mendoza vienen a comprar o disfrutar de la gastronomía de manera específica y que disminuyeron fuerte sus visitas, los principales turistas extranjeros son los brasileños.

Con una clase alta de 15 millones de personas, son un público más que apetitoso para Mendoza que, además, cuenta con ocho vuelos semanales directos a ese país. Este tipo de turistas ha elegido Mendoza este año, aunque en menor proporción y los que vienen se quedan menos días o eligen bodegas más económicas o menos famosas.

El turismo prevé un año difícil en medio de la recesión y la menor brecha cambiaria.

Salarios en baja

A la pregunta de si Mendoza está cara o barata, Stortini respondió por el valor del salario argentino. Si se considera que siete de cada diez turistas que disfrutan de la provincia son nacionales –público que asegura el volumen y la empleabilidad sectorial- las perspectivas no son alentadoras. Según Rosental, si se comparan servicios de alojamientos iguales en la provincia u otras partes del mundo, los valores en dólares locales son más económicos.

El problema es que antes la brecha cambiaria implicaba una suerte de festival a cualquiera que tuviera dólares, algo que hoy ya no existe. “Un restaurante de muy buena calidad puede arrancar en los 20 o 30 dólares mientras que los más consagrados pueden salir entre 200 y 300”, reflexionó Stortini. Agregó que fuera de esos casos específicos y de alta gama, la provincia no es cara, en general. No obstante, ofrece un turismo inaccesible para el argentino promedio que hoy se encuentra con un salario pulverizado.  

En un contexto en que la recesión podría durar casi todo el año y el dólar tendería a subir, así como a disminuir la brecha, los desafíos no son menores, no solo para los privados sino también para la implementación de políticas públicas. Por un lado, porque el turismo internacional se restringe fuerte a Brasil debido a que, en volumen, el resto de los visitantes de países vecinos y, con mayor incidencia los que llegan de Europa o Estados Unidos, se quedan en Buenos Aires.

Por el otro, porque más allá de las diferencias de públicos y propuestas, Mendoza ha comenzado a perder con provincias como Salta y los privados piden más promoción. “No es solo la participación en las ferias, lo que está muy bien, sino que deberían aggionarse a los nuevos formatos de promoción digital y redes sociales para no perder y ganar mercados”, subrayó una fuente que prefirió el off. Sumó que Aconcagua y vino son dos motivos más que suficientes para captar más público y sostenerlo.

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